Un motor de combustión es una máquina compleja formada por cientos de piezas con las que se transforma un movimiento lineal en uno circular. Y ello, gracias a la explosión de un líquido en el interior de un recinto. Todo esto se hace a altas temperaturas, a mucha velocidad y está sometido a las leyes de la física y la química. La complejidad es tal, que algo tan sencillo como darle la vuelta a un motor de combustión, lo inutiliza.
Sin embargo, el movimiento del motor eléctrico es debido al magnetismo y, además, es giratorio, lo que implica que puede ser transmitido directamente a las ruedas sin intermediarios. No hay líquidos que dependan de la gravedad ni de donde esté colocado. En resumen, puede funcionar en cualquier posición. Esta sencillez mecánica la ha querido demostrar un youtuber (@WhistlinDiesel), habituado a realizar extrañas acrobacias relacionadas con la automoción (aunque también ha grabado vídeos con aviones, motocicletas, barcos y maquinaria pesada).
Su última hazaña va destinada a demostrar que un coche eléctrico puede funcionar aunque esté del revés. El objeto protagonista de esta osadía es un Tesla Model 3 sin ningún extra especial. La complicación para Cody Detwiler (el nombre real del presentador de WhistlinDiesel) surge a la hora de ingeniárselas para hacer que un coche pueda circular del revés. Una solución es elaborar una transmisión desde los ejes del Tesla a unas nuevas ruedas situadas en el techo. Un sistema complejo cuando hay una solución más sencilla: las antiguas carrozas de caballos con grandes y estrechas ruedas de radios.
Tras someter al Model 3 a unas serie de gamberradas sin mucho sentido, a la mitad del vídeo, Cody se deshace de las cuatro ruedas del Model 3 de 18 pulgadas para sustituirlas por unas enormes llantas de acero de 115 pulgadas (2,92 metros de diámetro) que permiten que el coche pueda situarse del revés sin que el techo golpee en el suelo. El resultado es impresionante, pero funciona. El Model 3 puede seguir moviéndose impulsado por la energía de la batería y el motor eléctrico sin que nada falle. Algo que sería imposible si, en vez de batería, hubiera un depósito de combustible líquido y, en vez de un motor eléctrico, uno de combustión. La gravedad impediría que el sistema funcionase correctamente.
Las imágenes describen el resultado mejor que las palabras. Este es el vídeo completo que, a día de hoy, cuenta con más de dos millones de visualizaciones.
Si bien el Tesla Model 3 demostró que su a fuente de energía no le importa la gravedad, el resto del automóvil sí está sujeto a las leyes de la física, por lo que conducirlo se convierte en una operación compleja. El vídeo termina con la afirmación de que la prueba es concluyente en cuanto a su objetivo pero, cómo ocurre en muchos vídeos de este canal, el coche finalmente no sale bien parado y la gamberrada acaba con el coche destrozado.