Las estaciones de intercambio de baterías para coches eléctricos apuntan a conformar una parte que, aunque comedida, puede resultar esencial en el porvenir del sector del automóvil. Si hasta ahora NIO se ha postulado como el fabricante más acérrimo a esta solución, es el gigante consorcio Geely Group quien se suma a desarrollar esta tecnología en último lugar, una noticia que aunque no es nueva (Geelo lo anunció en 2017) sí que es relevante para Europa pues bajo el paraguas de la empresa china residen empresas como Polestar y Volvo, además de gozar de una estrenar relación con Daimler y BMW.
Hace cuatro años que Geely anunció que se adentraba en el mundo de las baterías para coches eléctricos, y ahora han ahondado más en la materia especificando los puntos más importantes en los próximos años. El dato más relevante que han desvelado es que para 2025 contarán con 5.000 estaciones de intercambio de baterías repartidos en China, lo que implica que Geely Technology (la empresa del grupo responsable de las estaciones de intercambio de baterías) tiene por delante 4 intensos años, pues le queda el 99 % de estaciones por instalar.
En la actualidad son un total de diez las estaciones de intercambio de baterías que se encuentran operativas por parte de Geely, mientras que la primera de ellas empezó a funcionar hace aproximadamente un año, en septiembre de 2020. Geely llama a estas estaciones E-Energee, y actualmente están dirigidas a coches eléctricos que forman parte de flotas de movilidad, aunque está previsto que los propietarios particulares también puedan tener acceso a este servicio.
Uno de los principales atractivos de esta particular solución de abastecimiento energético es la rapidez con la que se lleva a cabo un intercambio de batería en un coche eléctrico, pues Geely asegura que actualmente su cambios de batería apenas tienen una duración de un minuto (59 segundos).
En la vertiente de inconvenientes, son dos las objeciones que se postulan si comparamos las baterías intercambiables con las baterías convencionales fijas. El primero de ellos es que este servicio sólo sería accesible mediante un servicio de suscripción por pagos periódicos, mientras que el segundo inconveniente es que al tratarse de módulos de baterías extraíbles la capacidad de la misma no puede ser la misma que la de un paquete de baterías fijo, lo que afecta de manera directa a la autonomía total del coche eléctrico en cuestión. Sin embargo este es un aspecto que debería mejorar conforme la densidad energética de las baterías aumente en los próximos años.
Además de Geely, NIO también tiene planeado una meta similar para 2025, pues quieren disponer de 4.000 estaciones de intercambio de baterías para la misma fecha, mientras que BAIC también tiene una meta similar, según apuntan desde Reuters.