El Gobierno alemán va a invertir 500 millones de euros en un centro de I+D que se destinará a la investigación de celdas de baterías para coches eléctricos. La ministra de Ciencia germana, Anja Karliczek, explicó en una rueda de prensa que la industria alemana "no debería depender de los proveedores asiáticos"y que se trata de "mantener la economía competitiva".
La inversión se suma a una partida de 1.000 millones de euros aprobados por el ministro de Economía, Peter Altmaier, para apoyar las alianzas entre empresas para producir celdas de baterías a gran escala. El Gobierno aún no ha decidido dónde se ubicará la planta aunque lo anunciará a mediados de año. Además, aún falta por concretar qué empresas operarán allí, habiendo recibido más de una veintena de peticiones entre las que se encuentran marcas reconocibles como BMZ, Liacon Batteries o la firma suiza Leclanche.
Alemania es el país de la Unión Europea que más está apostando por quitarle la cuota de mercado mundial a los proveedores asiáticos, aunque no el único. La Comisión Europea ya lanzó en 2017 su Alianza de la Batería, un programa desarrollado para apoyar la producción en territorio europeo, y firmas como la compañía sueca Northvolt también han expresado su deseo de arrebatar el liderazgo a compañías como las surcoreanas LG Chem o Samsung SDI o la china CATL.
Según la agencia Reuters, Altmaier estaría reuniéndose también con compañías como Varta, que fabrica baterías junto al Instituto Fraunhofer de investigación, el gigante químico BASF o la filial de Ford en Alemania, Ford-Werke.