La tensión entre Stellantis y el gobierno italiano tiene un nuevo capítulo, esta vez a colación del nombre elegido por Alfa Romeo para su nuevo SUV electrificado. El ministro italiano de Empresa y del Made in Italy, Adolfo Urso, ha critado duramente a Stellantis por fabricar el nuevo Alfa Romeo Milano en el extranjero, diciendo que la decisión del fabricante podría violar la ley italiana.
Este pasado miércoles se presentó al público el nuevo Alfa Romeo Milano, un SUV pequeño con versiones eléctricas e híbridas que supone la primera incursión de la marca italiana en el terreno eléctrico. Dicho de otra manera, el Milano es el primer coche eléctrico en los 114 años de historia de la marca.
El Milano lleva el nombre de la ciudad donde se fundó Alfa Romeo en 1910, en Milán si lo escribimos en castellano. Aunque la sede de la marca está en Turín, su logo sigue llevando la bandera milanesa al lado del biscione. Es decir, Milán y Alfa Romeo son dos entes muy estrechamente relacionados.
Sin embargo, para el ministro italiano de Industria, el nombre de este modelo no puede ser tal siendo su fabricación extranjera. "Un automóvil llamado Milano no puede producirse en Polonia. Está prohibido por la ley italiana", dijo Urso ayer jueves en Turín, refiriéndose a una ley de 2003 que apunta a los productos que denotan ser italianos por "sonar italianos". El Milano se fabricará en la planta que tiene Stellantis en Tychy (Polonia), junto con el Jeep Avenger y el Fiat 600, con quienes comparte plataforma y tecnologías.
"Esta ley estipula que no se pueden dar indicaciones que engañen a los consumidores. Por lo tanto, un automóvil llamado Milano debe ser producido en Italia. De lo contrario, se da una indicación engañosa que no está permitida por la ley italiana", según Urso. El Milano es el primer Alfa Romeo producido íntegramente fuera de Italia. La ley italiana de marcas protege las marcas que evocan a Italia, ya sea a través de su nombre, logotipo o imagen. Si un producto fabricado fuera de Italia utiliza una marca que evoca a Italia sin autorización, el propietario de la marca italiana podría emprender acciones legales.
¿Qué dice exactamente la ley italiana?
La ley mencionada por Urso establece que es ilegal vender un producto extranjero como si fuera italiano. Un ejemplo muy claro es el queso parmesano elaborado fuera de Italia intentando imitar al auténtico parmigiano de Italia con indicación geográfica protegida. Precisamente los productos alimenticios con denominación de origen son uno de los puntos más críticos y protegidos. ¿Pero qué dice exactamente la ley italiana?
La ley, de 24 de diciembre de 2003, dice en su artículo 4.49-bis: "El uso de la marca por parte del propietario o licenciatario de manera que haga creer al consumidor que el producto o la mercancía son de origen italiano de conformidad con la legislación europea sobre origen constituye una indicación falsa, sin que vaya acompañada mediante indicaciones precisas y evidentes sobre el origen o procedencia extranjera o en cualquier caso suficientes para evitar cualquier malentendido por parte del consumidor sobre el origen real del producto, o sin ir acompañadas de un certificado emitido por el titular o licenciatario de la marca, sobre la información que se proporcionará durante la fase de comercialización sobre el origen extranjero real del producto."
También hemos consultado la Ley de Marcas italiana (Decreto Legislativo 10 de febrero de 2005, n. 30 "Código de propiedad industrial") y en su Artículo 30, apartado 1, dice lo siguiente:
"Sin perjuicio de la regulación de la competencia desleal, sin perjuicio de los convenios internacionales en la materia y sin perjuicio de los derechos de marca previamente adquiridos de buena fe, se prohíbe, cuando sea susceptible de engañar al público (o cuando implique explotación indebida de la reputación de la denominación protegida), el uso de indicaciones geográficas y denominaciones de origen, así como el uso de cualquier medio en la designación o presentación de un producto que indique o sugiera que el producto en sí proviene de un lugar distinto del verdadero lugar de origen, o que el producto presente las cualidades propias de los productos que proceden de un lugar designado por una indicación geográfica."
Tensiones en las últimas semanas entre el gobierno y Stellantis
La queja de Urso es la última en el tira y afloja que están viviendo el gobierno italiano de Giorgia Meloni y la Stellantis de Carlos Tavares. Tras conocerse el despido de 2.500 empleados a finales del mes pasado, el directivo portugués recrudeció sus tensiones esta misma semana, amenazando con cerrar fábricas en Italia si el gobierno aprueba la implantación de fábricas de marcas chinas.
Durante la presentación del Milano, el director ejecutivo de Stellantis dijo a los periodistas allí presentes que la decisión de fabricar el Milano en Polonia permitiría reducir hasta 10.000 euros su precio de venta al público. De momento, el Milano es el único modelo de Alfa Romeo que se producirá fuera de Italia. Tavares ha confirmado que la próxima generación del Stelvio y la renovación del Giulia seguirán fabricándose en Cassino, en Italia.