El Gobierno de Alemania quiere una solución amistosa cuanto antes. Desde el ejecutivo del país son conscientes de que esta particular ‘guerra comercial’ no está haciendo ni hará ningún bien a la propia industria europea, la cual se nutre también del mercado chino. Esto es algo que ya se ha dejado saber meses atrás, cuando los más altos directivos de las principales marcas (especialmente alemanas) se han declarado en contra de la imposición de aranceles a los coches eléctricos chinos.
Ahora es el propio gobierno alemán quien, en un último comunicado, pide una resolución amistosa o entablar acuerdos entre ambos gobiernos (Europa y China) cuanto antes. Concretamente, en esta ocasión ha sido Volker Wissing, ministro de Transportes de Alemania, quien ha puesto el acento sobre esto: “Nadie quiere una guerra comercial con China”.
Una ‘guerra comercial’ con China que ataca los intereses de Europa
El gobierno regentado por el canciller Olaf Scholz está presionando a sendos gobiernos para establecer los acuerdos necesarios para que esta particular ‘guerra’ llegue a su fin.
Alemania cuenta con una voz suficientemente fuerte en la Unión Europea debido a que es el país económicamente más fuerte de toda la región. Esto puede suponer un importante paso para Europa, ya que, de ponerse todos de acuerdo, podría solucionarse a la mayor brevedad. No obstante, el canciller alemán también pide responsabilidad al gobierno oriental: “Sería muy deseable llegar a una solución amistosa, pero también está claro que se necesita un movimiento serio por parte de China”.
Para todo ello, el gobierno alemán ya ha movido ficha y Robert Habeck, ministro de Economía, viajará la próxima semana a China. Según afirman, aunque su principal objetivo no es participar en las negociaciones con Europa, sí presionará para alcanzar condiciones comerciales más justas entre ambos mercados. “Sería una catástrofe para Alemania y tampoco sería beneficioso para la Unión Europea”, admitió.
Tanto es así que marcas como MINI podrían verse en serios apuros, ya que esta produce el nuevo Cooper eléctrico de la mano de Great Wall Motors, una compañía que la UE ha declarado que no ha cooperado en la investigación sobre financiación por parte del gobierno chino. De ahí la posibilidad de que el nuevo utilitario ‘cero emisiones’ sufra el impuesto arancelario más alto: un 38,1%.
Desde Bloomberg puntualizaron hace sólo unos días que desde el gobierno alemán esperan evitar que estos aranceles lleguen siquiera a entrar en vigor o, en caso de que lo hagan, estos sean significativamente más suaves que los porcentajes propuestos. Recordemos que la UE tiene hasta el próximo día 4 de julio para estudiar pormenorizadamente cada caso para ver si qué nivel arancelario imponer.
Sin embargo, muchos analistas han admitido que Europa lleva algunos años “pisando una delgada línea con China”, especialmente después del año 2020 donde se empezó a trabajar para una menor dependencia del país oriental mientras que, de forma paralela, se presionaba para un mayor acceso al país para las empresas europeas. Esto no ha sentado bien en el gobierno chino, de ahí que los dirigentes europeos busquen una solución amistosa cuanto antes, aunque quizás pueda ser demasiado tarde.