La movilidad y los vehículos eléctricos se están convirtiendo en un tema político. Los gobiernos de toda Europa están peleando por conservar los puestos de trabajo que aporta la fabricación de los automóviles, tanto de forma directa como indirecta. El último caso que se ha conocido en esta guerra sin cuartel es el del Peugeot e-208, que ha abierto una batalla en Francia en la que Carlos Tavares, CEO de Stellantis, no solo se enfrenta al Gobierno galo, sino a la opinión pública y a la comparación con el otro gran fabricantes francés.
Stellantis no quiere producir el Peugeot e-208 en Francia. El CEO del grupo, Carlos Tavares, asegura que hacer eso no sería rentable. En una entrevista con Le Figaro, el dirigente ha confirmado que no tiene intención de repatriar su producción. Este modelo eléctrico se fabrica ahora en Trnava, Eslovaquia, y está a punto de incorporarse a las cadenas de producción de Figueruelas, en Zaragoza, donde se ensambla uno de sus hermanos técnicamente idéntico, el Opel Corsa-e.
Siguiendo su política de impulso de la producción nacional de vehículos eléctricos, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha tratado de parar este movimiento, presionando a Tavares directamente para que el e-208 se fabrique de forma local. Para argumentar su viabilidad alude a que el mismo grupo también ensambla el Opel Mokka y el DS 3 en Poissy, dos modelos que también tienen su correspondiente versión eléctrica con la misma base que el e-208.
Pero Carlos Tavares no está dispuesto a ceder atendiendo a razones de coste. Según ha declarado a Le Figaro, “tengo muy serias dudas sobre el hecho de que podamos producir vehículos eléctricos compactos de manera rentable en nuestro país”. Una declaración que provocó la reacción de Le Maire, que aludió a la decisión de Renault de producir el R5 eléctrico en Francia a partir de 2024.
Una comparación de la que ya ha sido acusado Stellantis por este mismo medio francés, aludiendo a que ambos fabricantes apuestan por “estrategias diferentes”, agregando que “se leerán más adelante, con los resultados económicos, quien tenía razón”.
Mientras, Le Maire no ceja en su empeño, declarando que “Carlos Tavares es un hombre al que le gustan los desafíos, así que le pido que acepte este: construir pequeños vehículos eléctricos en Francia como el e-208″. A lo que, finalmente, agrega que, al menos, sí podría trasladar una parte de esa producción, "algo simbólico”.
En su defensa, Tavares destaca que Stellantis sí se ha comprometido a producir 12 vehículos eléctricos en Francia, pero en su mayoría son modelos más grandes, de gama más alta, empezando por las próximas generaciones del Peugeot 308, 3008 y 5008, además del nuevo e-408.
Entretanto, en medio de la batalla francesa, España sale beneficiada. Nuestro país se encuentra entre los países más competitivos para la inversión en la fabricación de vehículos eléctricos debido a unas condiciones fiscales favorables y a los, relativamente bajos, costes laborales y energéticos.
Asegurar la producción de un vehículo como el 208, dirigido al mercado masivo, sería un golpe clave, dadas las cifras de ventas que está cosechando en Europa. Contando todas sus variantes, es el más vendido, después de haber terminado el reinado de 14 años del Volkswagen Golf en 2022.