Rolls-Royce ha encontrado un filón en las creaciones super exclusivas, creaciones a medidas y literalmente únicas. Es una buena manera de exprimir el dinero a los clientes más pudientes. Son las creaciones del departamento Bespoke y la última que han presentado no es un coche sino una pintura que han tardado un año en desarrollar.
Nadie se atrevería a decir que un Rolls-Royce normal es poco exclusivo. Con el nivel de personalización que ofrecen, es prácticamente imposible que existan dos iguales (y la propia marca pone empeño en que esto sea así). Pero puestos a pagar una millonada, hay quien quiere asegurarse de tener una creación única que ningún otro cliente podrá encargar.
Es el caso del Rolls-Royce Spectre Lunaflair, un encargo a medida para "un importante cliente" de la marca en Estados Unidos. Un coche con un trabajo de pintura fascinante, del cual se fabricará solamente esta unidad. Una pintura reservada exclusivamente para un cliente.
El encargo toma su inspiración y su nombre del fenómeno óptico del halo lunar, que aparece como un círculo de luz colorido alrededor de la luna. Se produce cuando la luz de la luna atraviesa los cristales de hielo de los cirros de gran altitud, que actúan como prismas microscópicos. La luz se refracta creando un efecto de anillo tecnicolor fascinante, similar a la luz que atraviesa un diamante. Para aclarar términos, los cirros son un tipo de nubes altas que se componen de cristales de hielo y que suelen tener el aspecto de filamentos blancos y delicados.
Plasmar este efecto óptico en una pintura ha requerido más de un año de pruebas y experimentación. La química de la pintura, los tiempos de aplicación y la capa base se probaron una y otra vez para cumplir con el deseo del cliente. El espectacular acabado final, con multitud de matices, se logra aplicando siete capas de laca, incluida una capa perlada especialmente formulada, infundida con finas escamas de fluoruro de magnesio y aluminio. Esto crea un efecto metálico profundo en condiciones de poca luz, que estalla en un tecnicolor arcoíris bajo la luz del sol.
El concepto Spectre Lunaflair se inspiró parcialmente en otra obra maestra de Bespoke, el Phantom Syntopia. Presentado en 2023, presenta un acabado Liquid Noir oscuro iridiscente con pigmentos que cambian de color, similar a un espejo. Cautivado por la apariencia de Phantom Syntopia, el cliente que encargó el Spectre Lunaflair le pidió a la gente de Bespoke que creara "una expresión ligera y luminosa" de aquel concepto que reflejara su fascinación por el fenómeno del halo lunar.
Esta polinización cruzada de ideas, donde un encargo anterior informa e inspira directamente un concepto y una historia completamente nuevos, habla del poder de Bespoke. Para el equipo de diseñadores, ingenieros y artesanos de la marca, este virtuoso círculo creativo e interconexión de ideas brinda constantemente nuevas oportunidades para el avance de su arte.
La espectacular carrocería de Spectre Lunaflair se complementa con un interior completamente a medida. Tiene tonos azul marino, blanco y rosa peonía, que recuerdan el espectro de matices que se pueden observar durante un halo lunar. La combinación de colores aparece en los asientos, las puertas y el tapizado del techo Starlight, con multitud de bombillas de fibra óptica que simulan las estrellas del cielo. Este tema también se refleja en el volante de dos tonos, con un exterior en azul marino y un interior en blanco ártico.
Mejor no preguntes su precio. No lo sabemos. Rolls-Royce no ha mencionado ni siquiera una aproximación. Si te puede servir como referencia, las pinturas Chromaflair de Porsche, complejísimas de aplicar hasta el punto de que sólo hacen un puñado de coches al año con esa pintura, cuestan alrededor de 100.000 euros. Puedes estar seguro/a de que esta de Rolls-Royce no costará menos.