Algunas veces, muchas veces, las marcas exageran sus cifras para generar expectación. Aunque las grandes firmas están más controladas, los pequeños fabricantes tienden a estirar al máximo cada dato positivo. El propio Henrik Fisker acaba de anunciar que el PEAR ya acumula más de 1.500 reservas. Una cifra que resulta cuanto menos interesante dado que al coche todavía le quedan unos cuantos años para ver la luz del sol.
No es la primera vez que vemos algo así. En el pasado, muchos fabricantes sobreestimaron sus cifras para, sobre todo, hacer ver a los inversores la alta demanda de su producto. El caso más reciente es el de Faraday Future y las reservas del FF91. De las 14.000 primeras unidades que decía la marca tener apalabradas, finalmente se ha sabido que apenas son un centenar de ellas las que realmente han sido reservadas por ansiosos clientes.
Rivian también tuvo un caso muy similar, o incluso Tesla. La moda de las reservas anticipadas es una solución cada vez más utilizada por los incipientes fabricantes para ganar tiempo y dinero. Por el módico pago de pequeñas cantidades que posteriormente pueden ser reembolsables, las marcas consiguen una forma de financiación que les ayuda a desarrollar el producto que están intentando vender antes incluso de tenerlo. Fisker también se suma a este sistema porque, según ellos: "el público se lo pedía".
El Fisker PEAR promete grandes datos. Un vehículo eléctrico compacto de 4,5 metros que será fabricado en masa y que ofrecerá un precio de venta bajo, por debajo de los 30.000 dólares. Un enemigo natural a modelos cada vez más aceptados en el mercado como el Volkswagen ID.3, por ejemplo. Aunque todavía no hay plazos definitivos, el PEAR debería salir al mercado a partir del 2024. Más de dos años de espera.
A pesar de ello, y tal y como reconoce el propio Henrik a Automotive Car News, ya hay clientes que quieren hacerse con los servicios del PEAR. Muchos ya han hecho la reserva de una unidad, según el CEO de la compañía ya han recibido más de 1.500 reservas. Clientes que han entrado en la web específica del PEAR y que han pagado los 250 dólares para ser los primeros en disfrutar de ese compacto eléctrico de alta tecnología.
Obviamente, la marca y su creador están encantados ante tal acogida por parte de los clientes. Resulta curioso que haya tanta gente que se lance a la aventura sobre un coche al que todavía no han podido ni ver. Los únicos bocetos presentados no adelantaban nada, una pequeña muestra de que el proyecto todavía está en pañales. A pesar de ello tampoco podemos perder la confianza por completo, pues dentro de poco la marca pondrá en las calles su primer producto, el Fisker Ocean, que ya supera las 30.000 unidades reservadas.