La famosa guerra por lanzar vehículos eléctricos asequibles ya ha comenzado. Marcas como Citroën o MG ya han dado el pistoletazo de salida a la venta de coches prácticos por debajo de los 25.000 euros. A estos, en los próximos años, se unirán también compañías como Volkswagen, Renault o, incluso, Tesla (según afirman los rumores de su futuro Model 2). Otras, sin embargo, querrían entrar en esta batalla, pero tienen razones suficientes para no hacerlo.
Una de ellas es Honda, donde el CEO de la marca, Toshihiro Mibe, ha concedido una entrevista a InsideEVs durante el CES de Las Vegas. Preguntado por la posibilidad de que la marca lance en algún momento próximo un vehículo eléctrico barato, Mibe respondió sin tapujos.
Honda quiere, pero no puede
“Si queremos crear un automóvil que cueste menos de 30.000 dólares, necesitaremos algo que sea revolucionario. Por supuesto que pienso que necesitaremos un coche pequeño, un vehículo eléctrico en el futuro próximo. Estamos tratando de acelerar nuestra investigación con ese fin”, aseguró Mibe en su intervención. A esto, Shinji Aoyama, vicepresidente ejecutivo global de Honda, puntualizó: “La idea es que esto sea una realidad a finales de la década de 2020”.
Honda lo tiene claro: quiere lanzar un vehículo eléctrico asequible y de concepción urbana, pero son muchos los puntos que lo hacen complicado. Su principal motivo es el alto coste que tienen actualmente las baterías de iones de litio. Según Mibe, “la única manera de hacer que un vehículo eléctrico sea asequible en la actualidad es equiparlo con menos baterías, reduciendo así su autonomía”.
Para la directiva de la compañía, esto sería la pescadilla que se muerde la cola. Una mejor y mayor batería incrementa las especificaciones del vehículo, pero lo hace mucho más caro. Lo mismo sucede al contrario: a menor capacidad de batería, su precio se reduce, pero también lo hacen sus cifras. En otras palabras, encontrar un punto de equilibrio es fundamental para la compañía. “Cuando se habla de un vehículo eléctrico asequible, es muy difícil tener un buen negocio”, aseguró el CEO.
El directivo cree que una buena solución puede ser la llegada de las ansiadas baterías de estado sólido, una tecnología que podría allanar el camino para el coche de 30.000 dólares. Sin embargo, esto es algo que aún está lejos de hacerse una realidad, aunque en Honda están trabajando en ello. “Si podemos hacer un buen trabajo en materia de desarrollo, el beneficio será enorme”, puntualizó Mibe.
Recordemos que hace unas semanas, Honda comenzó a retirar del mercado al particular Honda e. Un vehículo pequeño, muy tecnológico pero que perdía muchos enteros a la hora de presentar unas especificaciones a la altura o un precio accesible. La firma estaría dispuesta a replicar este concepto de coche eléctrico, pero contando con un avance en materia de batería que aún está lejos de ser una realidad en el mercado.