Las marcas, algunas más y otras menos, se muestran comprometidas con la adopción del coche eléctrico como sistema único de movilidad. La Unión Europea se ha fijado ambiciosos objetivos en materia de electrificación. A pesar de haber minimizado el impacto de la normativa Euro 7, el reto de electrificar el parque de vehículos a partir de 2035 sigue vigente. Sin embargo, numerosas voces autorizadas advierten de que el cambio de rumbo está siendo demasiado lento. Las ventas se están ralentizando. Mercedes es la última en dar la voz de alarma. De seguir a este ritmo la transición será imposible en los plazos acordados.
Los alemanes son uno de los fabricantes más comprometidos con la era eléctrica. La gama EQ de Mercedes es una de las más extensas del mercado. Desde el compacto Mercedes EQA hasta el superlativo Mercedes EQS SUV, los de Stuttgart ofrecen al menos un modelo en cada categoría principal. En los próximos años habrá más interesantes novedades. Mercedes ya trabaja en una nueva generación de eléctricos, tal y como demostró con el lanzamiento del Mercedes CLA Concept a finales del verano. Más modelos con mejor autonomía y nuevas funcionalidades que servirán para mejorar los índices de ventas.
Mercedes es ambiciosa en sus propuestas, pero las cifras indican una extraña situación
Sin embargo, los datos actuales demuestran que el mercado está ralentizando la adopción de vehículos eléctricos. El director financiero de Mercedes, Harald Wilhelm, ha descrito al mercado de eléctricos como un “espacio bastante brutal”. Las palabras del directivo alemán han ido más allá, asegurando que el status quo actual puede que no sea sostenible para todas las marcas. Actualmente, las compañías tienen que centrar muy bien la inversión. Si bien grandes sumas de dinero se centran en la movilidad electrificada, no es posible abandonar por completo, por ahora, todos los desarrollos ICE (motores térmicos).
Al menos esto es lo que consideran en Mercedes. El fino equilibrio presupuestario de las marcas es directamente proporcional a la respuesta del mercado. Volkswagen se ha posicionado en un rumbo similar. El último balance de resultados, relativo al tercer trimestre del curso, demuestra que las reservas de vehículos eléctricos se han reducido a la mitad. Las estimaciones de Wolfsburgo consideraban unas 300.000 unidades reservadas para 2024. Ahora mismo, la cifra es la mitad, unas 150.000 unidades. Si tenemos en cuenta que, para Volkswagen, Europa representa el 64% de sus ventas EV, el problema puede ser sustancial. Hace ya tiempo que las cifras no encajan para dos de los principales fabricantes europeos.
Mercedes espera poder mantener el ritmo de ventas durante el último trimestre del año, pero augura un 2024 muy duro. Las ganancias, antes de intereses e impuestos, de todo el Grupo Daimler han caído un 6,8%, hasta los 4.800 millones de euros. Los alemanes describen un entorno muy competitivo por una guerra comercial agresiva. El recorte en las tarifas de Tesla ha sacudido la industria en todo el mundo. Los americanos ofrecen sus coches eléctricos con agresivos descuentos que sus más inmediatos rivales son incapaces de igualar. A pesar del éxito de Tesla, los últimos datos demuestran que los beneficios se han recortado significativamente. Muchos expertos aseguran que el horizonte de 2035 podría sufrir retrasos.