Aunque varios informes y estudios han demostrado que, estadísticamente, la probabilidad de que arda un coche eléctrico es menor que la de que arda uno de combustión, todavía sigue siendo noticia que esto ocurra. Si bien los datos tratados en conjunto afirman que los coches eléctricos son los menos propensos a incendiarse, esto no quiere decir que no siga ocurriendo, como en el caso de este Kia EV6 amarillo que sufrió un accidente en las calles de Budapest y acabó ardiendo junto a una barrera de hormigón.
No importa que los coches de gasolina y diésel puedan incendiarse y que muchos de ellos lo hagan, porque si el que se incendia es un coche eléctrico llamará mucho más la atención. La tecnología es nueva y por lo tanto desconocida, los incendios son complejos y vienen precedidos generalmente por una nube de vapor que puede ser tóxico acompañados probablemente por una explosión. La naturaleza de los componentes mecánicos de un coche eléctrico hace además que sea muy difícil de apagar y a menudo hay que esperar a que él solo se extinga. Estas características ayudan a quienes atacan esta nueva tecnología desde el lado de la seguridad.
Cualquier impacto que afecte a la batería o a los cables de alta tensión que recorren el vehículo puede dar lugar a un incendio. Este es probablemente el caso de este EV6 accidentado en las calles de Budapest, en Hungría. Los detalles no están claros y todavía está pendiente de investigación, pero al parecer el conductor chocó contra una barrera de hormigón situada en el carril por el que circulaba. Según indican las fuentes, resultó herido y fue extraído del coche y llevado a un hospital.
En cuanto a la versión del coche tampoco se conoce si se trata de un EV6 con tracción trasera o con tracción total. Al ser un impacto en la parte delantera, el llevar un único motor en el eje trasero hubiera podido preservar el riesgo de incendio puesto que allí no habría componentes eléctricos de alto voltaje que conduzcan la electricidad. En el caso de existir un segundo motor en el eje delantero estos componentes sí podrían estar presentes.
En el vídeo, que peca de baja calidad y de poca iluminación ya que el accidente se produce durante la noche, no se observan claramente los daños que sufre el vehículo y donde se originó el incendio. Sí parece que este permanece concentrado en la parte delantera y que no proviene de la parte baja, lo que quiere decir que, muy probablemente, la batería no se vio involucrada en el golpe.
Apagar un incendio en un vehículo eléctrico
Afortunadamente, los servicios de bomberos están desarrollando estrategias para lidiar con los incendios de manera que les permitan identificar el modelo del vehículo involucrado y conocer donde está su batería y los interruptores que la apagan y la aíslan. Los expertos están divididos sobre cuál es la mejor manera de abordar un incendio en un vehículo eléctrico. En general, se requieren grandes cantidades de agua para enfriar el paquete de baterías (aunque esto no evitará que el fuego pueda volver a estallar), y una manta ignífuga para extinguir las llamas. Los bomberos deben dotarse de equipos de respiración que los protejan de la nube de vapor tóxico
Otra opción es dejar que el fuego se apague solo. Intentar sofocar el fuego con gases inertes es ineficaz porque, al ser una llama química, no requiere oxígeno. Mientras tanto, se debe revisar el área circundante en busca de celdas de batería que pudieran haber sido expulsadas del paquete en alguna explosión e incendiarse espontáneamente. Posteriormente, el vehículo quemado debe retirarse y depositarse en un recinto alejado de edificios y otros vehículos