Ante la creciente demanda de litio por parte de los fabricantes de vehículos eléctricos, la industria minera ha buscado nuevas fuentes de este mineral para atender la enorme demanda prevista. La apertura de un mayor número minas de litio, especialmente en Australia, ha aumentado la producción, mientras el auge previsto en la demanda de vehículos eléctricos se está demorando más de lo previsto, sobre todo por el estancamiento del mercado chino. Como consecuencia, en el último año el precio del litio se ha reducido en un 30%.
La mayoría de los modelos eléctricos que están llegando actualmente al mercado y los que llegarán próximamente, montan baterías con, al menos, el doble de capacidad que los anteriores, lo que requiere una gran cantidad de litio para la fabricación de sus baterías. Pero la demanda de litio no se queda solo de la industria del automóvil. La tecnología móvil con los teléfonos inteligentes y sus complementos tecnológicos, los ordenadores portátiles y las baterías de respaldo para sistemas basados en energías renovables, incorporan una batería de litio. Según los datos recopilados por la empresa de estudios de mercado Transparency Market Research la demanda de baterías de iones de litio debería duplicarse en 2024.
Entre 2015 y 2018 los precios del litio se triplicaron y el número total de vehículos eléctricos a nivel mundial alcanzaba los 5 millones de unidades. En ese momento, la industria automotriz comenzó a preocuparse por el suministro de litio, teniendo en cuenta la tendencia de crecimiento de las ventas de vehículos eléctrico. Esta expectativa de crecimiento propició que los fabricantes de automóviles estableciesen asociaciones con minas y plantas de procesamiento de litio para asegurarse el suministro. La respuesta de la industria minera no se hizo esperar y en los últimos años, se han abierto nuevas minas de litio en todo el mundo, especialmente en Australia.
Sin embargo, algunas barreras están impidiendo que los vehículos eléctricos se generalicen a nivel mundial a lo que está contribuyendo el estancamiento del mercado chino, el más grande del mundo. Según afirma Bloomberg, estos tres factores están provocando a que los precios del litio hayan disminuido en un 30%. Ante esta situación, los fabricantes de automóviles tendrán que cambiar de estrategia rápidamente, ya que la producción de litio está superando el esperado auge de los vehículos eléctricos.
Greenbushes, la mayor mina de litio de Australia.
El auge de los vehículos eléctricos
Los últimos datos de ventas de vehículos eléctricos muestran una desaceleración del crecimiento. Al menos así lo asegura en un informe Vivienne Lloyd, analista de Macquarie Capital. El retroceso del mercado global del automóvil en China, está haciendo que la demanda de vehículos eléctricos no alcance las expectativas estimadas. Según señala Bloomberg, las ventas de vehículos eléctricos crecieron aproximadamente un 90% en el país en los primeros tres meses de 2019, que representa solo la mitad del crecimiento que los analistas preveían entre 2017 y 2018. La situación puede llegar a ser preocupante, ya que la producción de litio con las nuevas minas australianas aumentará aproximadamente un 23% en los próximos 24 meses.
Si bien la demanda a corto plazo puede no ser suficiente para las empresas mineras, el escenario podría mejorar a largo plazo. Los fabricantes de automóviles no esperan que los vehículos eléctricos despeguen de inmediato, pero sí que lo hagan en "algún momento cercano". Por lo tanto, están buscando adelantar su estrategia para averiguar cuáles serán sus necesidades de suministro en el futuro.
En medio de esta incertidumbre, Transparency Market Research afirma que China no solo marcará los límites de la demanda de vehículos eléctricos, sino que también cambiará los requisitos de las baterías para los fabricantes de automóviles, que buscan expandir la autonomía y mejorar la capacidad de carga.