NIO aspira a convertirse en uno de los actores principales en la movilidad eléctrica a nivel mundial. Con una cada vez mayor cuota de mercado en China, el próximo gran objetivo de la compañía es expandir sus actividades en otros territorios: Europa y Estados Unidos son sus nuevos destinos. En Europa las actividades empezaron hace tiempo, y su llegada al mercado se ha acompañado de la primera planta en Europa, en Hungría, que acaba de terminar la producción de la primera estación de intercambio de baterías que ya va camino de Alemania.
La oferta de vehículos no será la única penetración comercial de NIO pues también aspiran a que su sistema de intercambio de baterías se convierta en un estándar dentro del mercado. Aunque la primera estación lleva tiempo instalada en Noruega, la planta de Hungría acaba de rematar la construcción de la primera estación fabricada en suelo europeo, un hito que ha sido muy celebrado por los directivos de la compañía en Europa y que también ha contado con la presencia del CEO de la empresa. Para ellos representa un paso muy importante en la estrategia planteada para el viejo continente.
Europa aspira a convertirse en un gran mercado para NIO. Las políticas de la Unión Europea han abierto la veda a nuevos protagonistas, y los chinos quieren convertirse en parte fundamental de esa estrategia. NIO ya está presente en territorios como Alemania, Noruega o Países Bajos, y pronto aspira a escalar sus actividades en otros mercados. Además de vender coches eléctricos con un interesante precio, también quieren ofrecer un punto de vista diferente desde el sistema de carga.
Today, the #NIOPower Europe Plant in Hungary delivered its first Power Swap Station to Germany. We are excited to be a part of the acceleration of #EVs in the European market and more convenient power services for European users. Read more: https://t.co/Jp30nWYM5L pic.twitter.com/9llbXq5j5H
— NIO (@NIOGlobal) September 16, 2022
Las estaciones de intercambio de baterías han demostrado un gran potencial para reducir los tiempos de parada para recargar. En apenas cinco minutos un túnel completamente robotizado es capaz de sustituir la batería gastada de un coche eléctrico por otra completamente cargada. De esta forma se reduce al mínimo el tiempo espera, lo que supone un importante paso adelante para que muchos conductores cambien su forma de moverse.
La primera planta de NIO en Europa, instalada en Hungría, ha sido la encargada de construir la planta de intercambio, que ya ha puesto rumbo a Alemania, aunque por el momento no ha trascendido la localización exacta ni cuándo se instalará en la red. Es lógico pensar que todavía se retrasarán las actividades unas cuantas semanas, pero seguro que la ubicación pronto será desvelada por los directivos de la compañía. No será la única en la red, pues se espera que antes de acabar el año se repita la operación en otros territorios como Países Bajos y Dinamarca.
En cuanto a la instalación en sí, la estación cuenta con un total de 14 ranuras para baterías, lo que supone un considerable incremento con respecto a las 5 ranuras disponibles en las primeras estaciones de intercambio que NIO ha instalado. Según la empresa, cada día será capaz de realizar hasta 312 cambios de batería, lo que supone un tiempo aproximado de 4,6 minutos por cada operación. La efectividad hace poco que fue puesta a prueba en el famoso test de 1.000 kilómetros de Bjørn Nyland, donde el NIO ES8 ha resultado uno de los mejores del mercado.