La incursión de Jaguar en la electrificación del automóvil no ha sido satisfactoria tal y como lo demuestran las cifras de ventas. Por eso, con el objetivo de equilibrar sus recursos, el fabricante británico ha decidido tomarse un respiro de tres años en el desarrollo de sus vehículos para que, una vez alcanzado el final de este periodo, pueda relanzar toda su gama eléctrica. A partir de aquí surgen las dudas tanto en el lado de la empresa como en el lado de los concesionarios que tan solo podrán contar con los modelos de Land Rover para cubrir sus objetivos.
Aunque no es uno de los fabricantes que más propuestas ha lanzado en los últimos años para electrificar su flota, Jaguar ha dado sus primeros pasos en los últimos años con el lanzamiento del I-Pace, una berlina deportiva eléctrica que fue elegida como el coche del año en 2019. Además, en su gama también es posible encontrar variantes híbridas enchufables del E-Pace y del F-Pace.
En febrero de este año, Jaguar presentó Reimagine, su plan de futuro basado es una estrategia de electrificación con unos objetivos muy ambiciosos que llevaban a una transformación total de la marca y a la eliminación de los motores diésel antes de 2026. A partir de 2025, se convertiría en una marca que, paulatinamente, solo vendería coches eléctricos a finales de la década. Sus nuevos modelos emplearían una plataforma específica exclusiva. Jaguar preveía una inversión de 2.500 millones de libras anuales (2.800 millones de euros) en tecnologías de electrificación, digitalización, servicios conectados y tecnologías relacionadas con el big-data.
El Jaguar I-Pace es el primer coche totalmente eléctrico del fabricante británico y fue elegido coche del año en 2019.
Sin embargo, la primera incursión en las tecnologías futuras no ha sido satisfactoria y las ventas han alcanzado cifras decepcionantes para el fabricante británico. La firma ha vendido tan solo 90.000 vehículos en este año, cuando el objetivo estaba fijado en las 200.000 unidades.
Con la decisión de paralizar sus lanzamientos durante los próximos tres años, Jaguar dice que ajustará su fuerza laboral en las fábricas para reducir la producción con el objetivo de alcanzar un punto de equilibrio. A partir de aquí, la preocupación se traspasa a los trabajadores de la empresa y también a sus concesionarios que tan solo podrán contar con la gama de vehículos de Land Rover para superar este periodo tumultuoso, con la esperanza de que dentro de tres años puedan contar con una gama de Jaguar que logre mejores ventas.
En el plan Reimagine del grupo también Land Rover tiene su protagonismo. Manteniendo su espíritu todoterreno y el segmento del lujo, lanzará seis vehículos totalmente eléctricos en los próximos cinco años, el primero de ellos en 2024. Para finales de la década todos los modelos de la marca contarán con al menos una versión eléctrica y alrededor del 60 % de todos los coches vendidos por la marca serán 'cero emisiones'.