Todos sabemos que la marca Jaguar no atraviesa su mejor momento. Los de Coventry llevan varios años chupando banquillo por una mala estrategia de lanzamientos durante el último lustro. Con productos anticuados y de poca frescura, Jaguar necesita revitalizar su marca para poder seguir con vida. Los ingleses se han dado unos años de paréntesis para preparar su regreso por todo lo alto como una marca 100% eléctrica. El año marcado en rojo es el 2025, pero, a finales del curso que viene, ya empezaremos a ver los primeros síntomas de cambio. Tres serán los modelos que den inicio a esta nueva etapa.
A lo largo del último año, Jaguar ha querido mantenernos informados de sus planes. La estrategia es, cuanto menos, arriesgada. Paralizar toda actividad durante varios años, cuatro para ser exactos, con la intención de lograr un regreso fulminante es jugársela a una carta. El coste del relanzamiento va a ser estratosférico. Los de Coventry calculan que se van a gastar en torno a 15.000 millones de euros en los próximos cinco años, pero, según sus propias palabras, “no defraudará” a nadie. Ahora sólo queda por confirmar el tamaño de semejantes expectativas.
Jaguar pretende causar un gran impacto con sus nuevos modelos y, para ello, nada mejor que lanzar primero un coche que cause tanta expectación como ilusión. Si hablamos en estos términos, nada mejor que un GT de gran potencia y rendimiento capaz de ofrecer lo mejor de lo mejor en tecnología, diseño, rendimiento y acabados con hasta 700 kilómetros de autonomía. La cúpula directiva de Jaguar quiere demostrar el máximo de sus cualidades desde el principio y ese súper GT eléctrico tendrá la difícil tarea de cumplirlo. A finales del año que viene conoceremos los primeros adelantos.
Ahora bien, de un GT de alto rendimiento no se vive. Jaguar quiere recuperar su puesto entre los fabricantes prémium europeos. Las ventas han caído a mínimos históricos y ese GT podrá costar cientos de miles de euros. Eso quiere decir que los ingleses necesitan algo más que vender a un público más general y, para eso, nada mejor que un SUV. Hace apenas unas semanas supimos que el Jaguar I-PACE iba a ser descatalogado antes de tiempo. El modelo seguirá, pero de forma diferente a la que conocemos. Jaguar espera vender 4.000 unidades por mes en todo el mundo y gran parte de ese volumen corresponderá al SUV.
Por último, pero no menos importante, los ingleses tienen que demostrar que no han perdido facultades a la hora de desarrollar berlinas de lujo. Tal y como recoge Autocar, Jaguar ya está trabajando en un rival directo para los BMW i7 y Mercedes EQS. Será la tercera punta de este tridente de ataque inicial. Un Jaguar XJ eléctrico deberá mantener la filosofía que ha hecho famosa a la marca: diseño, calidad, distinción y confort. Se apoyará sobre la plataforma JEA y su tamaño lo posicionará como el modelo más grande de la casa.
