Los fabricantes automovilísticos chinos están aumentando las exportaciones de coches híbridos a Europa y expandiendo su oferta de estos modelos en el mercado europeo, una respuesta estratégica a los nuevos aranceles a los coches eléctricos que ha impuesto la Unión Europea.
La subida de los aranceles impuesta por la Unión Europa a los coches eléctricos fabricados en China, de hasta el 45,3% según el fabricante, no afectan a los coches híbridos. Una medida que, lógicamente, ha llevado a marcas como BYD a priorizar esta tecnología como estrategia de expansión, según analistas de Counterpoint Research.
Algunos fabricantes chinos están trayendo la producción o el ensamblaje a Europa (o lo tienen en sus planes) para esquivar dichos aranceles. Es, por ejemplo, lo que ha hecho el grupo Chery con la nueva Ebro en Barcelona, pero también quiere hacerlo MG y BYD, que ya tiene confirmado el emplazamiento de su segunda fábrica europea.
Otra estrategia para sortear los nuevos aranceles de la Unión Europea es exportar más coches híbridos e híbridos enchufables. Y ya se está empezando a notar. De julio a octubre, las exportaciones de híbridos chinos a Europa se triplicaron en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando las 65.800 unidades.
Durante el tercer trimestre del año (julio-septiembre), los coches híbridos representaron el 18% de las exportaciones chinas a Europa, el doble que a principios de año, mientras que las exportaciones de coches eléctricos cayeron del 62% al 58%. La Unión Europa tiene el objetivo de reducir las emisiones de carbono y, sin embargo, su política arancelaria está propiciando que lleguen coches chinos más contaminantes.
Y la situación seguirá una tendencia de aumento el año que viene. Según los analistas de la consultora Counterpoint Research, se prevé que las exportaciones de coches híbridos chinos a Europa aumenten un 20 por ciento en el total de 2024 e incluso a un ritmo superior el próximo 2025.
Ejemplos prácticos los encontramos en marcas como BYD, que aterrizó en España vendiendo exclusivamente coches eléctricos, pero que con el tiempo ha sucumbido también a los híbridos enchufables. El BYD Seal U DM-i, un SUV híbrido enchufable grande, cuesta 38.500 euros antes de ayudas y promociones. Por su parte, Geely, bajo la marca Lynk & Co, acaba de lanzar un nuevo híbrido enchufable en Europa, el Lynk & Co 08. Y SAIC está adaptando su oferta para incluir trenes motrices híbridos.
La estrategia de los fabricantes chinos no es sólo una consecuencia de los aranceles de la Unión Europa. Responde también a problemas internos. Con una desaceleración económica en China, el consumo se está resintiendo y los fabricantes tienen un excedente de producción de unos 3 millones de coches eléctricos anuales. Con esta situación, los fabricantes chinos están volcando su atención -más si cabe- hacia Europa, donde los coches híbridos son una opción todavía mucho más demandada.
Entre enero y octubre, el 30,4% de los coches matriculados nuevos en la Unión Europea fueron híbridos no enchufables y el 7% híbridos enchufables (PHEV), según datos de ACEA. Los eléctricos puros representaron el 13,2% del total, con una caída en ventas del 4,9% respecto al mismo periodo del año pasado. Esta caída viene auspiciada principalmente por el notable descenso de las matriculaciones en Alemania (-26,6%), el mercado de mayor volumen de la UE.
Sin embargo, la estrategia de China no está exenta de riesgos. Los analistas advierten que una guerra de precios podría llevar a nuevas represalias de la UE. Si bien el aumento de las exportaciones desde China podría desencadenar una intensa competencia de precios en el mercado de vehículos híbridos, algunos expertos advierten que es probable que las empresas chinas actúen con más cuidado por temor a provocar otra subida de aranceles de la UE.