Muchos de los que hayan leído el título habrán entrado a leer este artículo simplemente porque leen a diario el nombre de Kyocera, en el trabajo o en la casa. Para los que no la conozcan, Kyocera es una reputada firma de electrónica que comercializa desde teléfonos móviles a todo tipo de instrumentación electrónica para oficinas, como impresoras, escáneres, teléfonos, etc. Y se han atrevido ahora a lanzar un coche eléctrico conceptual como prueba de su potencial tecnológico, el Kyocera Moeye eléctrico.
Es algo que comentamos a diario pero que no deja de constatarse en una noticia tras otra que publicamos; la implementación de la electricidad en el campo de la movilidad como principal fuente de energía está propiciando que múltiples empresas emergentes hagan su aparición en la industria, o que grandes empresas tecnológicas que hasta ahora no habían dado el más mínimo atisbo de estar interesados en la automoción o movilidad, lancen coches eléctricos. Otra empresa tecnológica puntera que ha hecho su particular apuesta es Sony, con su concept Vision-S que recientemente iniciaba en Japón sus pruebas en la vía pública.
Volviendo al protagonista del artículo, la japonesa Kyocera ha puesto en el Moeye todo su saber hacer en términos tecnológicos con una envoltura con trazos de coche clásico. La intención de Kyocera con esta clásica imagen en su exterior y lo último en tecnología en su interior es reflejar la historia del automóvil en un sólo coche, abarcando pasado y presente.
Hasta aquí podría resultar que estamos hablando de un coche eléctrico conceptual más, con una imagen exterior característica, pero lo interesante no residiría en su condición eléctrica, ni tampoco es un más que decente esquema de motor eléctrico y baterías que le otorguen una suprema autonomía eléctrica, ya que ni tan si quiera han revelado estos datos. De hecho para constatar que se trata de un coche eléctrico hemos tenido que analizar detenidamente al Kyocera Moeye y ver en su pantalla el porcentaje de carga de su batería.
Lo que más llama la atención de este coche, y que lo convierte por tanto en noticia, es la tecnología de camuflaje que hace acto de presencia en su interior. En resumen, el Kyocera Moeye es capaz de camuflar sus pilares A (entre los que se encuentra el parabrisas), que en en conjunto con la pantalla que encuentra sitio a lo ancho de todo el salpicadero, y las ventanillas laterales, ofrece una experiencia de conducción muy... Transparente. Aunque tratándose de un coche autónomo tampoco podríamos denominar la experiencia como de conducción, sino como de uso, más bien.
¿Cómo lo han conseguido hacer? Pues en Kyocera no han dado a conocer a través de qué tipo de tecnología ha sido capaz de implementar este transparente interior. Lo que sí anuncia Kyocera es que todo el equipamiento del que goza su coche eléctrico conceptual es tecnología marca de la casa. Entre otras cosas, consta de un asistente holográfico con tecnología 3D proyectado desde la pantalla de cristal líquido que hace las veces de ventana al exterior. También cuenta con iluminación LED 'Ceraphic' que imita a la luz natural en el techo y los paneles de las puertas, además de un sistema de sonido con altavoces envolventes en los reposacabezas de los pasajeros.
La tendencia clásica de su diseño interior también encuentra sitio en su interior, a pesar del despliegue tecnológico del fabricante japonés, que con toque retro en sus asiento y texturas clásicas se encarga de reflejarlo. Tonos marrones inundan el habitáculo y ponen el broche al diseño interior del Kyocera Moeye, que además cuenta con cinco tipos de ambientador distintos para complementar la experiencia de uso del coche eléctrico en función del estado de ánimo en el que se encuentren sus pasajeros.