Land Rover ofrece actualmente en su gama el Defender P400e híbrido enchufable. Sin embargo, la compañía británica está pensando dar un paso más en la electrificación del modelo hasta convertirlo en un Defender completamente eléctrico. Al menos, esa es la idea sobre el papel, y es que Jaguar Land Rover está desarrollando el prototipo de un Defender eléctrico con pila de combustible de hidrógeno.
Bajo el nombre de 'Proyecto Zeus', el fabricante inglés tiene previsto comenzar un proyecto de ingeniería cofinanciado por el Reino Unido como parte de un fondo de incentivos públicos destinados a proyectos que reduzcan las emisiones de carbono en el sector automovilístico.
El 'proyecto Zeus' quiere llevar a cabo el prototipo de un Land Rover Defender eléctrico y sin emisiones contaminantes locales, para lo cual el fabricante ha elegido la tecnología de pila de combustible de hidrógeno. El prototipo de este Defender eléctrico de hidrógeno comenzará su fase de pruebas a finales de este mismo año, con el objetivo de analizar su rendimiento, su consumo de hidrógeno, la autonomía lograda, así como su capacidades todoterreno.
Y es que, aunque el perfil de cliente del nuevo Defender quizá no lo vaya a exprimir fuera del asfalto hasta sus límites, debe seguir haciendo honor a su nombre y su fama. Por eso, el Defender de hidrógeno ha de contar con, al menos, las mismas capacidades off-road que las versiones con motor de combustión o híbridas enchufables.
Esquema del propulsor de pila de hidrógeno del Defender eléctrico.
Land Rover no ha anunciado las especificaciones técnicas de la pila de combustible, ni del motor eléctrico (o motores) ni la capacidad de los tanques de hidrógeno. No obstante, en las imágenes publicadas por la marca se puede ver que el propulsor cuenta con dos tanques de hidrógeno (uno en posición longitudinal y otro en posición transversal respecto al eje de avance del vehículo), con la pila de combustible situada entre ambos.
Dice Land Rover que el hidrógeno es la «tecnología ideal» para vehículos de mayor tamaño, como es el caso de sus todoterrenos, gracias a su mayor autonomía, el menor tiempo de recarga/repostaje y la pérdida mínima de autonomía en temperaturas extremas. Por esa razón, la compañía cree que, junto con los vehículos eléctricos de batería, el hidrógeno va a desempeñar «un papel importante» en todo el sector del transporte en los próximos años.
Este prototipo forma parte de la estrategia Reimagine de Jaguar Land Rover, anunciada el pasado mes de febrero. Con ella quieren convertir a Jaguar en una marca exclusivamente de coches eléctricos a partir de 2025, lanzar seis nuevos modelos eléctricos con la marca Land Rover y alcanzar un balance de cero emisiones netas de carbono para 2039 en toda la cadena de suministro, en los coches y en las operaciones de la compañía.