La unión entre lo clásico y lo moderno suele dejarnos muchas aberraciones tecnológicas que acaban llenando los contenedores de basura. Sin embargo, muy de vez en cuando, surgen creaciones excepcionales que nos hacen mirar rápidamente el saldo del banco. Hoy estamos ante una de esas raras ocasiones. En Orlando, Estados Unidos, la empresa ECD Automotive Design se encarga de construir Land Rover Defender clásicos adaptados al siglo XXI. Su última creación es la más especial de todas, pues acaban de crear una unidad eléctrica con tecnología Tesla.
Cierto es que no es la primera vez que vemos un matrimonio así. Hace unas semanas publicamos un restomod eléctrico que protagonizaba un impresionante Plymouth Satellite con motores y baterías de la compañía de Elon Musk. Este caso es más impresionante si cabe, pues nunca antes se había llevado a cabo una transformación eléctrica de un Defender clásico. Se trata del sueño húmedo de muchos amantes del campo y los eléctricos.
Debajo de este Land Rover Defender se esconde la tecnología eléctrica de Tesla.
La idea surgió años atrás de la imaginación de los dos fundadores de la compañía: Scott Wallace y Tom Humble. Con muchas ideas y poco conocimiento de cómo llevarlas acabo, empezaron la importación de viejos y destartalados Land Rover desde las frías tierras del Reino Unido, todos ellos basados en la Serie IIA pues resultan los más baratos que se pueden encontrar en los anuncios de ocasión y segunda mano. Los envíos iban directos a sus pequeñas instalaciones en la cálida ciudad del Estado de Florida.
Como cualquier negocio, los primeros pasos no fueron nada sencillos. Sin embargo, poco a poco los resultados se fueron viendo. Diferentes clientes, diferentes pedidos y todos ellos fabricados y ensamblados con una artesanía exquisita. Los amantes de los todoterrenos clásicos estaban de enhorabuena gracias a la idea de Wallace y Humble. Paso a paso, ECD Automotive Design fue subiendo en pedidos y complejidad, llegando al desarrollo y montaje de una unidad 100% eléctrica.
Puesto de conducción del Defender de ECD Automotive Design.
Sus creadores tenían muy claro qué tecnología usar. Tras vaciar un Defender, tuvieron que rediseñar y hacer encajar todo el conjunto eléctrico perteneciente a un Tesla Model S con 450 kW de potencia (600 caballos). Consta de dos paquetes de baterías, también de Tesla. Uno se instala bajo el capó, y el otro en la parte trasera para nivelar el conjunto. Todo el equipo cuenta con una capacidad de 100 kWh. En teoría debería ser suficiente almacenaje para recorrer unas 200 millas (320 kilómetros), aunque a nadie le importa realmente.
Este Land Rover Defender eléctrico es un capricho. El juguete de un rico que solo será empleado para los paseos de exhibición. Aunque la empresa no ha comentado nada al respecto del precio, no debe resultar barato, teniendo en cuenta que cada una de sus adaptaciones parte desde cifras nunca inferiores a los 180.000 dólares. A pesar de ello, a ECD Automotive Design no le faltan clientes, que deben esperar una media de 14 meses para completar el pedido. Un dedicado trabajo que ya acumula más de 400 construcciones.
Fuente: Electrek