El diésel se encuentra en plena decadencia comercial a causa del auge que representan los coches con etiqueta Eco, especialmente los híbridos convencionales, de tipo HEV. Teniendo en cuenta que, además, las carrocerías de tipo SUV son las que más gustan actualmente a la mayor parte del público y que Toyota es la referencia absoluta en términos de tecnología híbrida, no es de extrañar que uno de los coches más vendidos de España sea uno de los todocamino que la marca tiene aquí a la venta.
Se trata del Toyota C-HR, un modelo que situado a caballo entre los segmentos B y C juega un papel intermedio entre los Toyota Yaris Cros y RAV4 (el Corolla Cross apenas tiene protagonismo comercial).
Y es que, a todo lo anterior se ha de sumar que el precio del C-HR no resulta del todo alto en comparación con su competencia más directa, y lo remata con unos consumos realmente contenidos.
Cuesta, de manera concreta, 31.750 euros en su versión más accesible, mientras que la más vendida en nuestro país, según la web de la propia marca, eleva la tarifa de partida a los 32.500 euros. Mecánicamente esta variante hace uso del motor denominado por la marca como 140H. Está compuesto por un propulsor de gasolina de 1,8 litros de capacidad y un eléctrico embebido en la transmisión, que es de tipo CVT
Son 140 CV los que entrega de manera máxima, llevando al C-HR hasta los 100 kilómetros por hora desde parado en 10,2 segundos, un dato que no brilla en comparación con sus rivales más directos, pero que sí que revela que se moverá ágilmente en el entorno de las grandes ciudades a ritmo tranquilo.
No obstante, lo interesante acerca de este propulsor no son sus prestaciones dinámicas, sino su eficiencia. La parte eléctrica del sistema se apoya en su desempeño sobre una batería de 0,85 kWh de capacidad. No es un dato alto (un MG3 tiene 1,2 kWh de capacida, por ejemplo), pero su funcionamiento sí hace que le saque partido de manera ejemplar.
Por ello, dependiendo de la versión elegida, el C-HR 140H homologa consumos de entre 4,7 y 4,8 litros cada 100 kilómetros en la mayoría de líneas de equipamiento. También se trata de una de las mecánicas más fiables por las que se puede decantar un comprador español en estos momentos.
Su radical imagen exterior supone, de por sí, un fuerte argumento de compra: muchos valoran adquirirlo simplemente por su diseño. No obstante, esta agresividad en sus líneas tiene un efecto negativo en su interior: la fila de asientos trasera tiene poca luz debido al tamaño y posición de las ventanillas, y su maletero tiene menor capacidad que sus rivales, por concepto, más directos. Aun así, los 388 litros de volumen que ofrece, son similares a los de un coche compacto, como un Audi A3 o un Volkswagen Golf, por lo que es solvente en términos generales.
