Durante años, los activistas contra los vehículos eléctricos han afirmado que el litio es "el nuevo petróleo", lo que implica que, a medida que se convierta en un producto valioso, la economía mundial dependerá de él, como lo hace actualmente con el petróleo. Según esta reflexión, eso significará que dará como resultado unos efectos nefastos relacionados con la escasez de suministro, las guerras y la degradación del medioambiente. Una analogía defectuosa que Morgan Stanley ha encargado de desmontar.
A diferencia del petróleo, el litio no es un combustible y (normalmente) no se quema. Es una materia prima, como el hierro, que se utiliza para fabricar un producto y se puede reciclar al final de su vida útil. El litio es en sí mismo venenoso ni peligroso para el medio ambiente (aunque los métodos actuales de extracción de litio tienen impactos ambientales negativos). Además, las baterías de iones de litio en realidad no usan tanto litio. Según Elon Musk, aproximadamente, el 2% del volumen de una celda de batería.
Cuando Morgan Stanley publicó que las baterías representan "el nuevo petróleo" lo hizo ofreciendo argumentos opuestos a los que se oponen a la electrificación. Al igual que ocurrió con el petróleo en el siglo XX, la tecnología de las baterías tiene el potencial para rehacer la economía mundial. Los cambios se desarrollarán durante varias décadas, transformarán casi todos los aspectos de la sociedad humana y presentarán infinitas oportunidades de inversión. Tal como lo hizo el petróleo en su día, las baterías permitirán que nuevas empresas pasen a un primer plano de la actualidad económica y que otras desaparezcan.
Morgan Stanley se refiere al ecosistema de baterías emergente un como espacio de "activos cruzados", con el potencial de transformar muchas áreas del mundo empresarial. El mercado emergente de las baterías hará que los vehículos eléctricos sean superiores, tanto en coste de producción, como técnicamente, a los de combustión interna. "Más allá de su aplicación directa en vehículos eléctricos y en los sistemas de almacenamiento de energía, la industria global de baterías se sitúa en el nexo entre las empresas, los productos básicos y las políticas públicas".
Morgan Stanley cita una serie de empresas que espera que se beneficien del auge de las baterías que se avecina, relacionadas con diferentes sectores. La lista incluye, como no, al fabricante de automóviles Tesla, que hoy marca tendencia en la industria, así como a las empresas de baterías Panasonic y QuantumScape. Otros beneficiados por este auge son los proveedores de materias primas Albemarle y Glencore, así como al fabricante de equipos pesados Komatsu, la empresa eléctrica Norsk Hydro y el proveedor de semiconductores Analog Devices.