A la hora de optimizar al máximo la eficiencia energética y reducir el consumo de nuestro coche, cualquier detalle cuenta. Desde el uso del climatizador hasta una presión de neumáticos adecuada, pasando por la posición de las ventanillas o el diseño de las llantas. Es por eso que algunos coches eléctricos llevan llantas carenadas, las cuales permiten alargar un poco más la autonomía por carga. El Tesla Model 3 es uno de esos coches, y ahora unas pruebas en condiciones reales han demostrado que equipar estas llantas reduce el consumo más de lo que promete la propia Tesla.
Las llantas aerodinámicas quizá no sean las más bonitas que puede llevar un coche, y de hecho a nivel estético dividen opiniones. Pero su diseño obedece a un criterio funcional, ya que están pensadas para reducir las turbulencias en la rueda, disminuyendo la resistencia aerodinámica y el consumo, y aumentando así la autonomía. Y en vista a la prueba llevada a cabo por los compañeros de Car and Driver, cumplen su función incluso mejor de lo que dice la propia Tesla.
En la publicación estadounidense se llevaron un Tesla Model 3 Long Range Dual Motor (batería de 75 kWh y 408 CV de potencia) a un circuito de algo más de ocho kilómetros de longitud e hicieron pasadas de ida y vuelta a diferentes velocidades: 50, 70 y 90 millas por hora según el GPS (80, 113 y 145 km/h). Las condiciones de la prueba: temperatura ambiente de 6,7 grados Celsius, neumáticos a la presión recomendada por el fabricante (2,9 kg), climatizador a 22º C en modo automático, ningún tráfico y elevación nula.
A 80 km/h y con las llantas aerodinámicas quitadas, el consumo medio de las dos pasadas fue de 16,03 kWh/100 km; a la misma velocidad pero con las llantas aerodinámicas, el consumo se redujo un 3,1% hasta los 15,53 kWh cada cien kilómetros. Esto supone pasar de 502 a 518 kilómetros de autonomía con una carga.
A 113 km/h el consumo con las llantas aerodinámicas se redujo un 2,5%, pasando de 19,76 kWh a 19,26 kWh cada 100 km. Esto significa que la autonomía homologada del Model 3 probado puede subir de 407 a 418 kilómetros, en función de llantas equipadas.
No obstante, la mayor diferencia entre equipar las llantas aerodinámicas o no hacerlo ocurre cuanto mayor es la velocidad. A 145 km/h el aire genera más turbulencias y la aerodinámica juega un peso mayor en el consumo que yendo a 80 km/h, por ejemplo. Circulando a 145 km/h, en Car and Driver registraron un consumo de 25,17 kWh/100 km con las llantas aerodinámicas, y 26,35 kWh/100 km sin ellas. Es una diferencia del 4,5 por cierto a favor de las llantas aerodinámicas, que se refleja en un aumento de autonomía de 306 a 320 kilómetros.
La media de los tres ensayos fue una mejoría del 3,4 por ciento, una cifra a priori pequeña pero que cuando hablamos en términos de eficiencia, no es en absoluto despreciable. Quizá su diseño no enamore a todo el mundo, pero cumplen su función y montarlas es esencial si lo que buscamos es conseguir la máxima autonomía (especialmente a altas velocidades).
Además, estas cubiertas de plástico tienen otra ventaja y es que son muchísimo más ligeras que si tuvieran el mismo diseño con acero o aluminio (se necesita mucho material). Quitarlas y dejar las llantas de aleación al descubierto es una tarea sencilla, y la propia Tesla vende un kit de accesorios con las tapas centrales y tuercas para las llantas reales multirradio por apenas 50 dólares.