La expansión de la flota eléctrica de las marcas de coches está acelerándose. Durante mucho tiempo la estrategia electrificada no ha supuesto un gran problema identificativo, pero, a medida que los planes de conversión se van definiendo, la nomenclatura empieza a ser un quebradero de cabeza para muchas marcas. BMW, al igual que el resto de marcas, sabe que su horizonte es eléctrico, pero mientras que existan modelos ICE tienen que buscar una fórmula de nombres que sea tan sencilla de entender como la que lleva años ofreciendo. A partir de 2025 veremos un gran cambio en los nombres de los BMW.
El curso de 2025 se presenta históricamente importante para los de Múnich. BMW estrenará ese año la plataforma que aspira a llevar a la empresa a un nuevo nivel en cuanto a movilidad eléctrica. La denominada Neue Klasse anuncia cifras extraordinarias tanto en rendimiento y en autonomía, como en un diseño rompedor. BMW asegura que será la piedra angular de su estrategia de futuro, pero no por ello piensa abandonar, por ahora, la oferta mecánica tradicional. La coexistencia entre ambas opciones es lo que está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para los alemanes.
BMW cambia el nombre de sus modelos eléctricos y de combustión
Tal y como recoge Car, BMW podría tener ya la receta básica para la denominación de sus modelos a partir de 2025. Los primeros modelos en estrenarla serán el Serie 3 y el X3. Ambos serán los primeros en estrenar la arquitectura Neue Klasse y de ahí que sean tomados como conejillos de indias. El nombre de los modelos no cambian, pero sí los apellidos que estos luzcan. De esa forma, los modelos de combustión del X3 pasarán a denominarse X320 y X330, mientras que la alternativa 100% eléctrica pasará de ser iX3 a IX330, IX340 e IX350. La misma receta se aplicará con las berlinas y los modelos familiares, denominados Touring.
En toda la industria vemos cambios semejantes ante la incompatibilidad de unir las familias térmicas y eléctricas. Hace ya tiempo que Mercedes trabaja en un sistema parecido, aunque todavía no han anunciado el cambio. Los modelos EQ empiezan a suponer un problema al solaparse carrocerías y acabados. El caso más evidente es el de los EQE y EQE SUV. Un batiburrillo de nombres que obligará a cambiar los nombres generales y, de paso, reducirá la oferta de modelos. Una gama extensa que se verá recortada por su base, por los modelos de acceso, los Clase A y Clase B.
Volkswagen no se libra del mismo problema que sus colegas alemanes. La familia ID aspira a convertirse en la única familia de Wolfsburgo. La actual denominación basada en números se corregirá. Los germanos volverán a su receta básica de nombres, manteniendo esas figuras que tanta fama le han aportado, tales como Polo, Tiguan o Golf. Eso quiere decir que veremos un ID.Golf y un ID.Polo en unos años. Las oficinas de patentes empiezan a recibir ya las primeras solicitudes de las marcas. Todas ellas trabajan en el futuro, reorientando la estrategia eléctrica y buscando soluciones lógicas a su gama.