El Lotus Evija X fue rapidísimo en Nürburgring, pero ha sido todavía más rápido subiendo la famosa colina de Goodwood. Fundamentalmente porque su carrera ha terminado nada más empezar, estrellándose contra las barreras de protección.
El Festival de Goodwood es una de las citas automovilísticas más importantes del panorama internacional y atrae la atención de un gran número de gente. A mediados de julio, todas las miradas se centran en este evento al sur de Inglaterra.
Una de las particularidades del evento es la subida a la colina de la finca del duque de Richmond, un breve trayecto de algo menos de 1 minuto (según el coche en cuestión). Este año, entre los muchos participantes en dicha subida estaba el Lotus Evija X Prototype, un hiperdeportivo eléctrico de 2.040 caballos (1.500 kW) y 1.704 Nm de par motor, capaz de generar más de 4.500 kg de fuerza aerodinámica descendente a alta velocidad.
Pero su periplo en Goodwood ha sido fugaz. Prácticamente nada más salir, en medio de una humareda que te hace imaginar el destrozo de los neumáticos, el piloto del Lotus Evija X ha perdido el control y se ha acabado estampando contra las barreras de protección. No hay que lamentar daños personales, pero el coche, que cuesta varios millones de euros (probablemente muchos), sí ha quedado gravemente dañado. El vídeo se puede ver más abajo.
Lotus instantly crashed their $2.3 million Evija X Prototype at the start line during the Goodwood Festival Of Speed
— Nic Cruz Patane (@niccruzpatane) July 11, 2024
EV torque for you 😅 pic.twitter.com/k0CQtVkfvQ
Cualquier coche moderno tiene una electrónica más inteligente y rápida que cualquier cerebro humano, capaz de controlar la entrega de potencia (entre otras cosas) y evitar que ocurran estas cosas. No sabemos si las ayudas electrónicas estaban activas en este caso (probablemente no), pero algo está claro: no es fácil controlar más de 2.000 caballos y más de 1.700 Nm de par, y menos si llegan de manera instantánea como en el caso de los motores eléctricos. Y es todavía más difícil controlarlos si los neumáticos están fríos, como seguramente estaban en este caso.
Es difícil estimar el valor del coche teniendo en cuenta que es un prototipo. La versión de producción del Evija normal, si acaso se puede llamar normal a un hiperdeportivo así, cuesta unos 2,7 millones de euros antes de impuestos y antes de ponerse a personalizarlo. Lo que está claro es que ahora mismo hay una compañía aseguradora que no está contenta.