Las principales marcas europeas poco a poco van cediendo a la presión que llega por parte de los fabricantes chinos, que mantienen una brutal guerra de precios ante la que parece que sólo Tesla, de momento, puede seguir el ritmo.
De ahí que no suene nada extra la última declaración oficial por parte de Renault, que tiene que hacer los deberes en materia de movilidad cero emisiones si no quiere perder la batalla con sus principales rivales, algunos de ellos pertenecientes al Grupo Stellantis.
François Provosto, director de Comprar del entramado francés, ha asegurado al medio Automotive News que el CEO de Renault, Luca de Meo, está participando en importantes reuniones con líderes de la industria, entre los que están Li Auto y Xiaomi Technology.
Eso quiere decir que están hablando sobre una posible suma de fuerzas, de manera que pudieran compartir sus desarrollos en materia de movilidad cero emisiones.
Recordemos que el coche eléctrico de Xiaomi está levantando una gran expectación y que incluso hay indicios, como el que publicamos hace unos días, de que lo tendremos en España este mismo año, pese a que se apuntaba a un lanzamiento en 2025, como pronto.
Renault, por su parte, tiene varios proyectos más o menos avanzados entre manos, entre los que están el Renault 5, el Renault 4 y un Renault Twingo E-Tech, este último para 2026 y como el eléctrico más asequible que tendrá la firma del óvalo en el catálogo.
De llegar a un nuevo acuerdo, se sumaría a los contratos que hay ya con Geely y Dongfeng, además de la evidente relación que mantienen con Nissan y Mitsubishi, fabricantes con los que hace tiempo que se aliaron.
La propuesta de Renault para Xiaomi parece ir encaminada a ofrecer las fábricas de la marca del rombo al gigante tecnológico, que podría necesitar apoyo europeo en un futuro, en caso de que lleguen restricciones o más tasas para aquellos que producen sus coches fuera de la Unión Europea.
Recordemos que aunque la berlina 100% eléctrica presentada por la firma china lleva el emblema de Xiaomi, es BAIC quien se encarga de la fabricación en Asia.
Tener las instalaciones de Renault a su disposición, facilitaría las cosas de cara al futuro y, en cierto modo, permitiría mantener unos precios finales contenidos, si es que se llegan a imponer los aranceles que muchos piden para los coches que vienen de fuera.
Francia, por ejemplo, ya deja fuera de sus ayudas a la compra a aquellos coches eléctricos que no cumplan con los estándares de fabricación y emisiones europeos, y eso está dejando sin incentivos a los coches chinos o incluso a modelos de fabricantes europeos, pero que encargan la producción fuera de nuestras fronteras.