Mazda está en plena renovación de toda su gama de modelos. En las próximas semanas se dejará ver el nuevo Mazda 6 en forma de berlina electrificada, e incluso con alternativas 100% eléctricas en su catálogo de mecánicas. También se conoce que la marca japonesa está trabajando ya en un sustituto electrificado del querido MX-5, e incluso un supuesto RX-8, pero también está en pleno desarrollo del nuevo CX-5, uno de sus ‘top ventas’.
El SUV de tamaño medio ya es uno de los coches más buscados de la marca. Este se posiciona como la columna vertebral para la compañía, habiendo llegado a copar el 30% de las ventas mundiales para Mazda. No obstante, pese a su reciente renovación, este coche ya empieza a padecer los achaques del tiempo. Por ello, la firma está inmersa en el pleno desarrollo de su nueva generación, la cual llegará con más electrificación que nunca.
El nuevo Mazda CX-5 estará más electrificado que nunca
Tal y como puntualizan desde el medio japonés BestCarWeb, Mazda ya está trabajando en la que será su tercera generación. Tal y como aseguran desde este medio, la marca lo presentará oficialmente en algún momento del próximo 2025. Concretamente no se conoce una fecha explícita para su puesta de largo. Todo apunta a que esta podría tener lugar en la segunda mitad de dicho año, siendo el Salón del Automóvil de Tokio un más que posible escenario donde ver la luz. Por ende, su inicio comercial en España daría el pistoletazo de salida a mediados del año 2026.
El propio presidente de la compañía, Katsuhiro Mogo, confirmó las dudas al respecto de su mecánica: “Estará equipado con un motor híbrido”.
Los detalles mecánicos de este aún son bastante difusos, ya que todavía faltan varios meses para su presentación oficial. Sin embargo, existe la posibilidad e que este incluya las mismas alternativas que ya presenta el actual Mazda CX-60, así como el CX-80. Ello conlleva a que ofrezcan variantes diésel o gasolina clásicas o apoyadas en sistemas eléctricos ligeros (tipo mild-hybrid), pero también incluyan una versión híbrida enchufable con una alta autonomía eléctrica, así como otra híbrida no enchufable de precio más accesible.
Esta última precisamente sería totalmente nueva para la marca y tendría un desarrollo de nueva factura. Con ello se espera que su precio de partida sea más apaciguado y pueda ganar así un importante número de matriculaciones. Con todo este abanico mecánico, queda claro que Mazda espera ponerle las cosas difíciles al Toyota RAV4, tanto en su versión híbrida ‘autorrecargable’, como en el híbrido enchufable.
En materia estética poco se sabe aún. No obstante, el nuevo SUV híbrido de Mazda debería hacer uso del lenguaje de diseño ya estrenado tanto en el CX-60 como en el CX-80. Es decir, unos faros delanteros divididos, una calandra de gran tamaño y una carrocería con un aspecto muy rudo y musculoso. En su habitáculo sucederá algo parecido, pues se espera un crecimiento importante en sus pantallas, con respecto a la generación actual, así como una mejora en la calidad de acabados y materiales utilizados.