Las elecciones que se celebrarán el próximo martes 5 de noviembre designarán quienes serán los próximos presidente y vicepresidente de Estados Unidos. Los dos candidatos, el actual presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump acaparan todo tipo de noticias, bulos, desinformaciones y polémicas que tienen consecuencias, esta vez sobre la estrategia de los fabricantes de coches europeos.
Este martes, una oleada de ventas ha afectado las acciones de los fabricantes de vehículos europeos debido a preocupaciones sobre los posibles riesgos para la cooperación comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos ante una posible victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
Un fin de semana que ha tenido consecuencias
La elección de JD Vance por parte de Trump como su candidato a la vicepresidencia ha aumentado la presión sobre los inversores, que han decidido reducir sus posiciones en el sector automovilístico. En particular, el mercado teme que Trump imponga aranceles a los vehículos europeos, lo que podría provocar represalias de Pekín por medidas comerciales similares aplicadas temporalmente hasta noviembre sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
Barclays ha señalado que un arancel estadounidense del 20% a las importaciones de fabricantes de automóviles europeos podría afectar negativamente al euro. Entre los fabricantes que dependen significativamente de las exportaciones, Porsche AG ha caído alrededor del 5% en la Bolsa de Frankfurt, cerrando la jornada a 71,76 euros por acción.
En Estados Unidos, Porsche alcanzó un récord de ventas en 2023 con 75.415 entregas, un 7,6% más que el año anterior, con el 911 y el Macan como los modelos más vendidos. Durante la jornada, las acciones de Volvo, Mercedes-Benz, y los proveedores de piezas Forvia y Valeo bajaron entre un 1,6% y un 3,3%. Volkswagen perdió un 1,16%, quedando por debajo de los 107 euros.
Las acciones de los fabricantes franceses fueron las menos afectadas. Stellantis cayó un 0,88% hasta los 18,49 euros por acción y Renault se devaluó un 0,4%, manteniendo los 50 euros por acción.
Donald Trump y los coches eléctricos no se llevan precisamente bien
El sector del automóvil ha manifestado su creciente preocupación sobre el impacto que el resultado de las elecciones podría tener, especialmente en el futuro de las ventas de coches eléctricos. Entre sus promesas electorales, Trump ha subrayado su intención de revertir numerosas normativas y políticas medioambientales, y de poner fin a la promoción de coches eléctricos impulsada por su rival Joe Biden.
En este contexto, los analistas predicen que la reelección de Biden mantendría los incentivos fiscales federales que alientan a los conductores a optar por coches eléctricos, con ayudas de hasta 7.500 dólares para la compra de vehículos nuevos, gracias a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) implementada por el actual presidente en 2022.
Un escenario muy diferente se vislumbra si Trump vuelve al poder: "Las ayudas para la compra de coches eléctricos podrían ser eliminadas o reemplazadas por un programa proteccionista en favor de los fabricantes de automóviles tradicionales como Ford, General Motors y Stellantis", según un informe reciente de Bloomberg Intelligence.