Uno de los yacimientos de litio más prometedores de Europa se encuentra en España, y más concretamente, en las inmediaciones de la ciudad de Cáceres. Son varias las complicaciones que viene sufriendo el proyecto desde su formalización, y en última instancia el Juzgado Contencioso Administrativo Nº1 de Cáceres ha denegado a la empresa que plantea la explotación el Permiso de Investigación mediante el que la empresa quería llevar a cabo actuaciones de estudio previas a los trabajos de explotación.
Según declara Extremadura New Energies, la filial española de Infinity Lithium, la empresa respeta, pero no comparte, la sentencia que ha dictaminado el juzgado de Cáceres. Sostienen que las actuaciones propuestas no tenían como fin la extracción o explotación de las materias primas de la zona, sino investigar el subsuelo.
En cualquier caso, y mientras los servicios jurídicos de la empresa analizan los fundamentos del recurso que cabría presentar contra esta sentencia en instancias superiores, para defender los derechos legales que le corresponden, la compañía recuerda que en base al informe preparado por dichos servicios jurídicos y tal y como ha sido reconocido públicamente por la administración, se puede solicitar la Concesión Directa del yacimiento a través de los Permisos de Exploración solicitados al tratarse de un depósito perfectamente conocido e identificado, y habiendo sido demostrada su viabilidad técnica y económica para su aprovechamiento racional a lo largo de las próximas décadas, tal y como contempla la Ley de Minas.
Gran parte de la ciudad en contra de la mina de litio
El yacimiento, situado a la falda de la Sierra de Valdeflores y dos kilómetros de la ciudad de Cáceres, tiene la mayor concentración de litio de toda España, y la segunda mayor de toda Europa, por lo que de llegar a darse comienzo a su explotación, no sólo estaríamos ante la mayor mina de litio de España, sino también del continente.
Mientras que plataformas como la de Salvemos la Montaña sostienen que la única noticia que recibirán bien será "el abandono total de la iniciativa minera", gracias a una significativa reinterpretación de la explotación, se empieza a percibir el proyecto de otra manera entre el público. Hasta el momento, no obstante, existen más de 36.000 firmas en contra de la explotación a cielo abierto, lo que supone un porcentaje alto de los 100.000 habitantes que Cáceres tiene en censo.
El principal cambio que ha sufrido el proyecto es que se ha pasado a contemplar una explotación 100 % subterránea. Explica Extremadura New Energies que este cambio en el proyecto da respuesta a todas las inquietudes planteadas, ya que si el principal argumento en contra de la mina se centra en la pérdida de la superficie en la que se emplazarán los trabajos, con un modelo de mina subterráneo sólo se perderá la superficie relativa a la planta de procesado de litio (que será la única en Europa de su tipa, según la empresa) y de la boca de acceso a la propia mina.
Para empezar la explotación, está prevista una inversión inicial de más de 600 millones de euros. Con ello se generarán 1.500 empleos durante los dos años que durará la construcción de la mina y la planta, y más de 700 puestos de trabajo directos durante los 27 años que se calcula puede durar la explotación.
