La electrificación, que también está llegando a las orillas de Mazda, no está echando para atrás a la marca japonesa para continuar desarrollando su célebre motor rotativo Wankel. Para adaptarlo a los nuevos tiempos, su equipo de ingenieros está adecuando la tecnología para que pueda ser alimentado por hidrógeno y a su vez formar parte de un sistema híbrido que estaría bajo el capó del sucesor del RX-8, que podría parecerse al RX Vision Concept cuyas patentes se filtraron hace unos días en Japón.
Mazda ha sido el único fabricante que ha utilizado motores rotativos Wankel durante décadas, principalmente en el pequeño deportivo RX-7. Pero desde que en 2012 finalizara la producción del RX-8, el último de sus modelos que lo ha utilizado, redujo significativamente el desarrollo de este motor. Posteriormente, aparecieron informaciones e incluso algunas patentes sobre esta tecnología, hasta que en 2017, los comentarios del entonces desarrollador principal de sistemas de propulsión de Mazda, Mitsuo Hitomi lo situaran como un posible extensor de rango en sus coches eléctricos.
La idea fue muy bien acogida por los entusiastas de la marca. En 2018, junto a Toyota, sugirió la posibilidad de usar un extensor de rango rotativo en un proyecto conjunto de un vehículo eléctrico y autónomo. Finalmente, en 2019, Mazda afirmó que el motor llegaría a sus coches, aunque no dijo a qué modelo. Posteriormente, el director de la división de tren motriz de la compañía aseguró que el proyecto formaba parte de una nueva plataforma flexible, hasta que finalmente se confirmó que el primer modelo eléctrico de Mazda, el MX-30, contará con una variante que utilizará el motor rotativo como extensor de rango. Además, hace unas semanas, Mazda también ha confirmado que lo utilizará en sus híbridos enchufables e incluso en los híbridos convencionales.
El motor rotativo emplea rotores en lugar de pistones, lo que supone una ventaja técnica para el uso del hidrógeno como combustible.
Ahora, continuando con la historia de este propulsor, aparece una información sobre una nueva evolución del motor rotativo de Mazda, ahora alimentado por hidrógeno, que ha publicado, sin citar fuentes, la revista japonesa Best Car. El texto afirma que el fabricante nunca ha dejado de desarrollar este motor y que por ahora no hay detalles sobre su arquitectura ni especificaciones de potencia o par, puesto que su desarrollo se encontraría todavía en una etapa embrionaria.
El hidrógeno suele emplearse como un combustible intermedio para generar electricidad mediante una pila que alimenta posteriormente a los motores eléctricos. Sin embargo, en este caso el hidrógeno se emplea directamente como combustible. Se trata de una solución que presenta varias ventajas técnicas. Precisamente uno de los puntos débiles del hidrógeno para ser utilizado de esta manera es que tiende a encenderse en los puntos calientes que se encuentran dentro de los cilindros. En un motor Wankel, que usa rotores en lugar de pistones, no existen estos puntos de calor lo que elimina este hándicap.
Por ahora, con la información sobre el desarrollo todavía sin confirmar, tampoco es posible saber qué modelo de Mazda lo utilizará. Una posibilidad que menciona Best Car es que acabe bajo el capó del que sería el sucesor del RX-8 y que podría estar basado en el RX-Vision, cuyas patentes se filtraron hace unos días en Japón. Se trataría de un híbrido cuya configuración mecánicas estaría formada, además de por el motor de hidrógeno, por un par de motores eléctricos situados en las ruedas.
Patente de un cupé deportivo basado en el concept del RX-Vision de 2015.
Mazda no ha realizado ningún comentario sobre la información publicada por la revista japonesa ni tampoco sobre los planes futuros para su motor rotativo que, por ahora, son al menos, algo confusos.