Hace 50 años no había apenas industria automovilística china. Mucho han cambiado los papeles en estas cinco décadas. Los chinos aprenden y lo hacen muy deprisa. Han pasado de crear réplicas de mala calidad de coches europeos a fabricar los suyos propios y plantar cara a las marcas más poderosas del mundo. La llegada del coche eléctrico ha acelerado la transición. Las marcas del país asiático crecen rápidamente y, si no nos crees, mira el ejemplo de NIO. En menos de cinco años ha pasado de no existir a fabricar 300.000 coches. Un hito histórico que llega en medio de una expansión mundial.
Hay que mirar al pasado, corría el año 2014 cuando NIO se constituyó como empresa en China. Una compañía joven cuya sede central se localiza en Shanghái y que desde un principio pensaba en la movilidad eléctrica como el motor del cambio. Actualmente, cuenta con más de 7.500 empleados en todo el mundo, muchos de ellos encargados de la producción de su cada vez más extensa flota de vehículos. La planta de Hefei es la joya de la corona de la casa. Una gran fábrica que estos días está celebrando la producción de la unidad 300.000, todo un logro.
Pocas compañías a lo largo de la historia han cosechado las cifras de NIO. Los chinos han tardado apenas cuatro años y siete meses en lograr esas 300.000 unidades. En términos automovilísticos eso es rapidez, mucha rapidez. Más impresionante es que este mismo año, allá por el mes de abril, NIO celebraba la producción de la unidad 200.000. En ocho meses han sido capaces de producir 100.000 unidades. Puede que no sean muchas si tenemos en cuenta a otros grandes fabricantes como Tesla, pero no hay que olvidar que los americanos llevan mucho más tiempo en la partida.
NIO tiene ambiciosos planes y la unidad 300.000 no hace más que fortalecer esa estrategia. La compañía tiene muy claro que necesita estar presente en los principales mercados automovilísticos del mundo. Desde hace meses, NIO busca trabajadores en Estados Unidos. Con unas modestas oficinas abiertas en la zona de San José, en California, el objetivo de la compañía es crear en el mercado americano una base más centrada en la tecnología que en la movilidad. Al menos por ahora, pues dependerá mucho de cómo le afecten las medidas tomadas por la administración Biden sobre penalizar las importaciones de fabricantes extranjeros.
Europa, el campo de batalla
En Europa, la hoja de ruta está mucho más clara y definida. Con presencia en el continente desde hace un par de años, hace unos meses que presentaron finalmente su candidatura oficial al mercado europeo. La sede de la compañía está en Berlín, en Alemania, y el desembarco de modelos es y va a ser significativo de cara a los próximos años. Los objetivos medioambientales europeos y las políticas comunitarias al respecto favorecen sus planes y en NIO saben que Europa se convertirá en el principal campo de batalla de la movilidad eléctrica.
Aunque por el momento España no figura entre sus planes, la compañía ha anunciado tres lanzamientos en Europa: NIO ET5, NIO EL7 y NIO ET7. En Alemania, los precios oscilan entre los 61.900 y los 85.900 euros. Si bien no se pueden considerar coches especialmente baratos, si se comparan con sus más inmediatos rivales tienen mucho que decir. Para mercados donde la demanda de eléctricos sea baja, NIO piensa lanzar una marca con precios más asequibles. No hay nada definido ni concreto, pero se baraja el año 2026 como el año de puesta en marcha de esa nueva compañía.
