La industria del motor está inmersa en un proceso de cambio vertiginoso. En pocos años todo lo que habíamos conocido en el último siglo se ha puesto en tela de juicio. Los coches de combustión son el pasado, el coche eléctrico es el futuro. Si bien la teoría es de sobra conocida, no todos los fabricantes están cambiando de rumbo de igual manera. Audi está teniendo serios problemas con sus coches eléctricos, lo que a su vez deriva en fábricas con poco trabajo. La planta de Bruselas está en el ojo de la tormenta. Audi quiere venderla, pero por ahora no hay comprador. NIO acaba de asegurar que no quiere hacerse con el control de las instalaciones.
No es ningún secreto que las marcas chinas buscan expandir sus actividades en Europa. El Viejo Continente se ha convertido en el escenario perfecto donde introducir sus coches eléctricos. Marcas como NIO, XPeng, BYD, MG o Zeekr llaman a las puertas de los conductores europeos. NIO es una de las empresas que más protagonismo está adquiriendo. Tras unos años donde sólo ha estado disponible en Noruega, la empresa inicia ahora su expansión a otros mercados. Alemania, Suecia o Países Bajos ya cuentan con puntos de venta que realizan las primeras entregas. Sólo es la punta del iceberg.
No hay oferta de NIO por la planta de Audi en Bruselas, al menos de momento
La compañía presidida por William Li, fundador de NIO, quiere abrazar otros mercados más generalistas con dos nuevas empresas: Onvo y Firefly. La primera ya ha dado detalles concretos de su llegada a Europa a partir de 2025 con el Onvo L60. Un SUV eléctrico rival directo del Tesla Model Y que ya está a la venta en China por apenas 26.300 euros. Ante semejante frenesí comercial, ayer mismo, fuentes chinas aseguraban que NIO iba a presentar una oferta de compra por la planta de Audi en Vorst, ciudad situada a las afueras de Bruselas. Sin embargo, el propio Li se ha encargado de desmentirlo por completo y ha esgrimido una razón de mucho peso.
“¿Cómo puede Nio permitirse una fábrica que Audi no puede permitirse? Los rumores son infundados”. Está claro que una planta de ensamblaje como la que los alemanes tienen en Bruselas es muy cara. En estos años Audi la ha adaptado por completo para la producción de coches eléctricos. Actualmente se fabrica un sólo modelo, el Audi Q8 e-tron, que desaparecerá precipitadamente del mercado al presentar un bajo volumen de ventas. Tras el punto y final la planta quedará sin trabajo y en Ingolstadt ya están dando los primeros pasos para cerrar la fábrica, a no ser que llegue alguien con una buena oferta bajo el brazo. NIO parece que no va a ser.
Muchas empresas chinas han lanzado avisos que dejan clara la intención de fabricar en Europa. El Parlamento Europeo ha aprobado medidas sancionadoras que obligan a los fabricantes a pagar elevados aranceles a la importación de vehículos eléctricos. Hasta un 35,5% de tasas adicionales al 10% que ya estaba vigente. Si bien las marcas no parecen temer la política comercial, todavía no se nota una subida de precios, muchas quieren evitar posibles sanciones futuras. BYD ya está construyendo su primera instalación en Hungría y acaba de recibir el visto bueno de una segunda en Turquía. MG piensa en España para su fábrica europea y XPeng busca localizaciones por toda la región.
