La última edición del NIO Day, celebrada el pasado 23 de diciembre, ha sido una de las ediciones más aprovechadas por el fabricante chino. Además de mostrar el NIO ET9, que será el buque insignia de su gama, una berlina eléctrica llamada a competir con todo un Mercedes Clase S, tuvieron un especial protagonismo los desarrollos de la compañía en tecnología de carga. Un aspecto que, a menudo, es olvidado por muchos fabricantes que relegan esta importante pata de la movilidad eléctrica a terceras empresas.
Por muy capaces y eficientes que sean las baterías de un coche eléctrico, de poco le sirven si en el uso diario la recarga se convierte en un obstáculo en lugar de en una operación rutinaria. Esta visión del hábitat del coche eléctrico la puso Tesla sobre la mesa desde el principio, pero pocos son los fabricantes que han seguido su ejemplo. NIO es uno de ellos. Junto a sus coches eléctricos siempre ha estado la recarga como un aliciente para la compra: las estaciones de intercambio de baterías, que ahora llegan a su cuarta generación, y los cargadores ultrarrápidos, que ahora alcanzan los 640 kW de potencia, son su mejor baza.
Las nuevas estaciones de intercambio: cuestión de segundos
Uno de los grandes logros de NIO es que ha puesto sobre la mesa el intercambio de baterías como una opción real para el nuevo escenario de movilidad eléctrica. Y no se ha limitado a China. También las ha llevado fuera de su mercado para demostrar que es posible incluso allí donde esta tecnología ya había sido rechazada.
Los planes de NIO pasan por aumentar en 1.000 estaciones de intercambio de baterías más, que se sumarán a las 20.000 existentes en toda China antes de que finalice el año 2024. Y lo hará utilizando una tecnología mejorada. Las estaciones actuales, de tercera generación, están actualmente en proceso de implementación. Cuentan con capacidad para almacenar 21 paquetes de baterías e incrementan la capacidad de servicio en un 30% en comparación con sus predecesoras. En ellas, el intercambio de batería se realiza en tan solo 2 minutos y 30 segundos, un 20% más rápido que la generación anterior. Para poder automatizar el sistema, las estaciones de tercera generación cuentan con dos LiDAR y dos chips Nvidia Orin, sumando una potencia informática total de 508 Tops (Teraflops).
La cuarta generación (NIO.Power Swap Station 4.0) supera a la anterior en varios apartados. Cuenta con 23 compartimentos de baterías y es capaz de ofrecer 480 servicios diarios, reduciendo el tiempo de servicio en un 22%. Las estaciones están equipadas con cuatro chips Nvidia Orin X y seis LiDAR de ángulo ultra amplio, lo que significa que tendrán una capacidad de cálculo de 1016 Tops. Con ello, la marca promete “una experiencia eficiente y sin contratiempos”.
La nueva generación ha sido concebida para acomodar paquetes de baterías de diversas dimensiones, teniendo en cuenta que son instalaciones que pueden brindar servicios compartidos de intercambio de baterías entre varias marcas. Con el fin de incorporar un enfoque sostenible, NIO tiene la intención de dotar a estas estaciones con un sistema de paneles fotovoltaicos de 60 metros cuadrados, que ahorrarán aproximadamente 18.000 kWh al año en cada estación. El proceso de instalación está programado para abril de 2024.
Los ‘supercargadores’ de NIO mejoran a los de Tesla
En paralelo con esas nuevas estaciones, NIO también ha presentado sus novedades en recarga convencional con la cuarta generación de sus puntos de recarga (NIO Power Charger 4.0). En este caso, alcanzan una potencia máxima de 640 kW, trabajando a 765 A y 1.000 V.
También ha trabajado sobre el proceso de carga para hacerlo más cómodo a sus usuarios. Así, el peso del cable y el conector es de sólo 2,4 kg. NIO asegura que el conjunto, a pesar de estar refrigerado por líquido, es el más ligero de la industria. El diseño también mejora la eficiencia, permitiendo una distribución inteligente de la energía de carga y maximizando la eficiencia general del proceso de carga.
NIO instalará estos nuevos puntos de recarga a partir de abril de 2024, compartiendo espacios con las actuales, que alcanzan los 500 kW y que se lanzaron en marzo de 2023. Estas estaciones de carga tienen la capacidad de cargar del 10 al 80% en tan solo 12 minutos para plataformas de 800 V o 20 minutos para modelos que empleen sistemas eléctricos de 400 V, estableciendo así un récord en cuanto a velocidad y eficiencia en el proceso de carga.