NIO ha presentado un nuevo tipo de baterías que comenzará a implementar en sus próximos coches eléctricos a partir de noviembre. El fabricante chino ofrecerá dos opciones a los clientes para que los configuren según sus necesidades. Las primeras son las que ya se ofrecía con anterioridad: un paquete de baterías de litio ternarias, de largo alcance con una capacidad de 100 kWh. La nueva opción, que ha denominado de 'rango estándar', está disponible con una capacidad de 75 kWh e incorporan celdas híbridas en su interior donde se mezclan celdas NCM y LFP.
La nueva batería de 75 kWh de capacidad está formada químicamente con una combinación de celdas ternarias de litio NCM (níquel, cobalto y manganeso) y LFP (litio ferro-fosfato), que además elimina los módulos en los que habitualmente se agrupan las celdas para formar el paquete final. La batería de cualquier coche eléctrico del mercado está formada por un número variable de celdas formadas por los electrodos (cátodo y ánodo), el separador que evita que se toquen, y el electrolito, en el que están sumergidos y por el que viajan los iones. Estas celdas, la base química de la batería, se reúnen en módulos y a su vez los módulos se conectan para formar el paquete de batería completo.
Estructura interna de las nuevas baterías híbridas de NIO.
Según NIO, esta tecnología de empaquetamiento simplifica la fabricación y el ensamblaje en un 10 %, e incrementa el volumen para incorporar material activo en un 5 %, El resultado es un incremento de la energía específica de un 14 %, alcanzando los 142 Wh/kg.
El diseño híbrido que mezcla celdas ternarias de litio y celdas LFP permite aprovechar el mayor rendimiento a baja temperatura de las primeras, mejorando la eficiencia general, sobre todo a bajas temperaturas, gracias al algoritmo de control de la química dual, que controla con precisión el rendimiento ambos tipos de celdas.
Nuevo sistema de gestión térmica
Según indica NIO, esta nueva batería ofrece una mayor autonomía en climas fríos, gracias a que el nuevo sistema de gestión térmica, incluye un hardware y un software que reducen la pérdida de autonomía a bajas temperaturas en un 25 %, en comparación con una batería similar formada solo por celdas LFP.
La eliminación de los módulos permite recuperar un 5 % de volumen que es ocupado por el material activo.
El nuevo sistema de gestión térmica funciona como un 'protector ambiental integral', según indica NIO, ya que se emplean materiales de baja conductividad térmica y un diseño estructural innovador para mejorar de manera efectiva el rendimiento del aislamiento térmico pasivo. Un calentador de compensación térmica radiante calienta uniformemente las celdas de la batería para mantener la temperatura de trabajo en función del consumo de energía. El sistema térmico inteligente ajusta dinámicamente los objetivos de control térmico en combinación con el calor de la batería para equilibrar el consumo de energía y la experiencia de conducción.