Jim Rowan, el nuevo CEO de Volvo, asegura que necesitan tener más control sobre el software que gobierna sus nuevos coches eléctricos. Confiar este aspecto tan importante a terceros supone ralentizar la evolución y perder el tiempo a la hora de implementar nuevas funciones mediante actualizaciones o corregir errores. El dirigente cree que la digitalización del automóvil se convertirá en un hándicap para los fabricantes, por encima incluso de las tecnologías de electrificación.
Para la industria del automóvil, aumentar la capacidad de cómputo de los coches se convertirá en un vector de transformación más complicado y difícil que los sistemas de propulsión eléctrica. Así lo asegura Jim Rowan en una entrevista con Automotive News, tras asumir su nuevo cargo como Director Ejecutivo de Volvo la semana pasada.
En enero de este año, Volvo anunció la contratación de Rowan, un escocés de 56 años, para reemplazar a Hakan Samuelsson, que se retira a sus 71 años y que ha sido su director ejecutivo con más años de servicio, ya que llevaba en el cargo una década completa. Bajo la batuta de Samuelsson y la propiedad de Zhejiang Geely Holding Group, Volvo se ha transformado de un fabricante a punto de desaparecer bajo el control de Ford Motor a un constructor de vehículos a la vanguardia en la transformación eléctrica. La compañía planea convertirse en un fabricante de coches exclusivamente eléctricos a finales de esta década, con un modelo de venta basado exclusivo en la red.
La carrera de Rowan pasa por su trabajo en el fabricante de vajillas térmicas Ember Technologies, en el de electrodomésticos Dyson y en la compañía de teléfonos móviles BlackBerry. En sus primeras declaraciones, el nuevo dirigente asegura que tendrán que ser "mucho más inteligentes sobre las decisiones que tomamos en torno a la compra de software, y vamos a necesitar entender el software a un nivel mucho más profundo que antes". Los interrogantes que se plantea son múltiples: "¿Cómo se aprovecha al máximo ese poder de cómputo en el que está gastando mucho dinero? ¿Cómo se asegura de que se está empleando correctamente y de la manera más efectiva?" añade Rowan.
La opinión de Rowan sobre la necesidad de Volvo de cambiar su enfoque hacia el software la hereda de su predecesor, que ya hizo unos comentarios similares hace casi un año. "Hoy, el software está descentralizado en muchas cajas negras y lo compramos a los proveedores según las especificaciones, pero cuando queremos un cambio hay que hablar con ellos, y todo se hace muy lento", dijo Samuelsson en una conferencia en mayo del año pasado. El dirigente advertía que para tener capacidad y velocidad en el desarrollo de los vehículos y garantizar las actualizaciones mediante descargas inalámbricas de alta calidad, es necesario asegurar la compatibilidad de todas las funcionalidades, "y eso es muy difícil si tienes la estructura anterior".
Un día después de que Rowan se convirtiera en CEO de la compañía, el 21 de marzo, Volvo advirtió que el crecimiento de las entregas de vehículos será marginal este año porque otra perturbación en el suministro de semiconductores obstaculizará la producción durante meses. "Aunque esa interrupción no está relacionada con la guerra en Ucrania, la invasión de Rusia ha aumentado los costos de materia prima, energía y fletes de la compañía". Volvo también advirtió que espera que las limitaciones de la cadena de suministro sigan siendo problemáticas para la industria a lo largo de este año.