Todo estaba preparado para el nuevo lanzamiento, pero quedaban algunos detalles por conocer de la nueva Power Swap Station de Nio, la cuarta evolución de la revolucionaria estación de intercambio de baterías con la que el fabricante chino se diferencia del resto de marcas.
Con un buen puñado de instalaciones de la segunda y la tercera generación repartidas por el mundo, a Nio le tocaba actualizar algunas cosas, y ponerse al día con sus últimos lanzamientos y desarrollos.
Así es la Power Swap Station 4.0
Y acaba de presentar el modelo 4.0, que de momento se ha estrenado en China pero que pronto irá llegando a otros países extranjeros, también a Europa. Estas estaciones de intercambio no sólo se han actualizado de cara a la compatibilidad con los modelos de coches eléctricos de Nio, sino que también con la nueva marca Onvo, y con la puerta abierta para que los vehículos fruto de alianzas estratégicas también puedan utilizarlo.
La Power Swap Station 4.0, además, es ahora más rápida, concretamente un 22%, de forma que se puede completar un cambio de batería en menos de dos minutos y medio (144 segundos). También se ha mejorado la experiencia de intercambio pues, tras pulsar el lugar indicado en la pantalla del sistema de infoentretenimiento o de forma remota con el móvil, un total de seis LiDAR y cuatro microchips Orin X de alta potencia se encargan de la tarea.
La zona de almacenamiento de los paquetes también ha crecido, y ahora se pueden albergar un total de 23 baterías, lo que hace que, sobre el papel, sea posible realizar un total de 480 intercambios diarios.
Junto a la instalación automatizada, también se ha añadido un cargador con una potencia máxima de 640 kW, que trabaja a 765 A y ofrece un voltaje de 1.000 voltios. El cable de carga que equipa cuenta con refrigeración líquida y su peso se ha reducido a 2,4 kilos, para que sea más cómodo de manipular.
Firefly sigue sin ser compatible
Con lo que no parece que vaya a ser compatible de momento es con los vehículos de la nueva marca de Nio, la que conocemos como Firefly. De hecho, la llegada del primer vehículo con este emblema se ha retrasado, y uno de los motivos sería la imposibilidad de utilizar estas estaciones de intercambio de baterías. La razón no es otra que la distancia entre ejes (demasiado corta) que tiene el que va a ser su lanzamiento inicial, algo que podría compartir el resto de modelo que hay en mente en la gama Firefly.
Eso quiere decir que habrá que esperar a una quinta evolución, o incluso a unas Power Swap Station específicas. Como sea, en el momento del anuncia de la instalación 4.0, Nio ya tiene 2.432 estaciones en marcha, y 22.633 puntos de recarga, sólo contando las de China, que es donde son más numerosas. En Europa todavía son escasas, pero irán creciendo en número si al fabricante le van saliendo las cuentas.