BMW ha tomado un camino arriesgado en cuanto al diseño de algunos de sus modelos. Aunque muchas han sido las voces críticas con este tipo de estética, sus cifras dicen exactamente lo contrario: los BMW de diseño arriesgado venden más. Así lo ha expresado el propio CEO de la compañía, Oliver Zipse, en una entrevista realizada recientemente a Forbes. El máximo directivo ha hablado sobre los modelos actuales y los que vendrán en un futuro.
A muchos podría resultar extraña la combinación que ha conseguido BMW en los últimos años, la cual se inicia presentando un modelo con estética muy arriesgada, y las consecuentes críticas a tal hecho, pero las ventas de estos no hacen más que aumentar. ¿Podría el diseño controvertido provocar un mayor índice de ventas? A eso ha respondido el Zipse de forma tajante: “Por supuesto que es el plan, de lo contrario no lo haríamos”.
“Si desea cambiar el diseño, cualquier paso hacia el futuro que se perciba como nuevo será controvertido automáticamente. No existe un diseño de futuro sin controversia”, afirmó el CEO durante su exposición, a lo que añadió que “sin controversia no hay éxito”. El directivo cree que al público, en realidad, le apasionan los diseños diferentes y que causan un gran revuelo. “Ese es el truco. Alcanzar la controversia y la respuesta será «me gusta» y «quiero tenerlo». Es lo que buscamos”, agregó.
Durante su entrevista, el CEO miró a años previos en los que buena parte de sus vehículos fueron mirados con recelo e incluso ridiculizados. Zipse puso de ejemplo los BMW Serie 5 de la generación e60, el cual alteraba por completo la línea sucesoria del modelo en cuanto a la estética. Años después ha envejecido realmente bien en comparación con sus rivales. Esto es exactamente lo que esperan conseguir con algunos de los modelos actuales y otros que lanzará la compañía más adelante, los cuales, buena parte, estarán electrificados.
“En el diseño inicial, si no hay controversia, ese es el error que cometes. De la controversia obtienes compromiso. Haces que la gente piense en ello”. En sus declaraciones, Zipse ha dejado claro que prefiere que la gente otorgue el adjetivo de “feo” a uno de sus coches, antes que el de “aburrido”. El responsable ha ejemplificado esta postura con el BMW XM, un modelo que no ha estado exento de polémica, puesto que muchos seguidores de la marca lo han repudiado como primer modelo BMW M "auténtico" desde la creación del mítico BMW M1, debido a su diseño particular y por ser un SUV.
La última generación del BMW i7 tampoco ha pasado de puntillas en sus declaraciones, pero Zipse afirma que “este requería de un cambio radical”. El CEO asegura que el BMW Serie 7 ha sido siempre ejemplo de elogio entre sus conductores. Es por ello que “después de seis generaciones, ¿es eso lo que querían escuchar nuevamente?”. La marca ha querido buscar una nueva imagen totalmente disruptiva con la berlina de representación. Lo que han conseguido es exactamente lo que buscaban: generar ríos de tinta.
Este concepto también es extrapolable a otros modelos de nueva factura de la compañía, como el BMW iX o el BMW i4, vehículos que han buscado destacar por un diseño rompedor. Pero, ¿cómo saber si han obrado bien o no? Zipse afirma que las cifras de ventas les informan de todo lo que ellos necesitan saber sobre esto.
A pesar de todo, el CEO también afirmó que esto no será igual para todos los modelos de su gama, puesto que siempre habrá sitio para los más tradicionales clientes. Entre los modelos que no cambiarán demasiado su filosofía estética para los próximos años estará el BMW Serie 3 (BMW i3), el BMW X3 (BMW iX3) o el BMW Serie 5 (BMW i5). No obstante, los vehículos de nicho “seguirán ampliando los límites de diseño”.