Tim Seward fundó el fabricante de motocicletas Onyx a través de Indiegogo, una web de micromecenazgo online, con apenas un millón de dólares proveniente de casi 500 inversores. La premisa con la que Seward les convenció fue la de producir motocicletas eléctricas inspiradas en los ciclomotores de los años 70 y 80. La compañía con sede en San Francisco ha comenzado recientemente las primeras entregas y Seward realizó balance en la publicación Electrek.
Onyx está distribuyendo dos modelos, la CTY y la RCR. El primer vehículo es un ciclomotor eléctrico más parecido a los de 50 cc, con un motor trasero de 2,5 kW (3,35 CV) y una velocidad máxima de 48 km/h. La batería, de 48 V, es extraíble y alcanza hasta 64 kilómetros de autonomía a 32 km/h y de 40 kilómetros a 40/km/h. La RCR, por su parte, es más parecida a una moto de 125 cc y no se puede considerar un ciclomotor, ya que su velocidad máxima es de 96 km/h gracias a su motor de 5,4 kW. Su batería es de 72 V, también extraíble, y proporciona hasta 121 kilómetros a una velocidad de 32 km/h.
Las motos eléctricas de Onyx incorporan faros con luces LED.
Ambos modelos cuentan además con frenos hidráulicos, suspensión total y faros y luces traseras LED. Además, los inversores podían adquirir tanto la CTY como la RCR por 1.625 y 2.299 dólares respectivamente antes del lanzamiento. Ambos modelos ofrecen varios modos de conducción. Con solo apretar un botón, puede regular su velocidad a 45 km/h, y los usuarios pueden volver al modo sin límites desactivándolo fácilmente. Además, la RCR incorpora un VIN (identificación del vehículo) si el usuario desea registrarla como una motocicleta para circular por carretera.
La batería de las motos eléctricas de Onyx es extraíble.
Seward explicó en Electrek que para el diseño de las motocicletas trabajó codo con codo con George Schnakenberg, diseñador industrial del fabricante de patinetes eléctricos Boosted Board. "George participó activamente en el diseño para la sostenibilidad y presionó al Gobierno para mejorar las regulaciones del transporte eléctrico. Fue una verdadera inspiración para mí y cuan falleció decidí cambiar mi camino hacia una contribución a este movimiento", explica el CEO de Onyx. Tras el diseño, Seward conoció a Rufus Ashford, que había trabajado para Honda, y lo ayudó con el concept de un ciclomotor eléctrico basado en la Vespa Ciao de 1970.
Los retrasos en la producción de las RCR y CTY se deben a que Seward no anticipó la demanda que han recibido. El ensamblaje se realiza directamente en San Francisco, aunque obtienen las piezas de todo el mundo. "Tenemos planes de expandirnos a un espacio más grande muy pronto porque estamos literalmente a punto de estallar con órdenes de construir", explica Seward. Con las entregas iniciadas, los inversores de Onyx podrán tener ya el resultado tangible de su inversión, un producto, para continuar inyectando capital a una de las compañías más prometedoras en la fabricación de motocicletas eléctricas.
La Onyx RCR ya está a la venta.