Tras la presentación del Ora Cat en el pasado Salón del Automóvil de Automóvil de Múnich, Great Wall Motor ha confirmado su lanzamiento europeo con el anuncio de su precio en Reino Unido. La versión de entrada de este coche eléctrico de origen chino pero con rasgos retro marcadamente europeos costará 25.000 libras, unos 29.400 euros al cambio actual, lo que supone aproximadamente 8.000 euros menos que el Volkswagen ID.3 base (según el precio del configurador web), uno de los rivales principales de su segmento.
Cuando se anunció su desembarco en Europa, Great Wall Motor todavía no había decidido en que países arrancaría su comercialización. Entre sus preferencias estaban Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España y también los países nórdicos, incluyendo Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca. Entre tantas opciones el vicepresidente ejecutivo de la empresa para Europa, Johnson Qianno, no quiso decantarse por ninguna de ellas. Finalmente, ha sido Reino Unido el país seleccionado para iniciar las ventas.
Las reservas del Ora Cat se abrirán en Reino Unido a finales de este año, mientras que las primeras entregas están previstas para principios de 2022. En función del equipamiento, el precio estará en una horquilla comprendida entre las 25.000 y las 35.000 libras (29.400- 35.300 euros). Estas cantidades no incluyen las ayudas correspondientes a la compra de un vehículo eléctrico, que son diferentes en cada país, ni las campañas de financiación habituales de todos los fabricantes.
El Ora Cat ofrece una imagen retro con una alta personalidad, adaptada a los gustos europeos
El Ora Cat se asienta sobre una plataforma eléctrica denominada 'LEMON' desarrollada específicamente para esta tecnología. Sus dimensiones son de 4.235 mm de largo, 1.825 mm de ancho y 1.596 mm de alto, muy similares a las del Volkswagen ID.3, (4.261 mm x 1.809 mm x 1.568 mm). La mayor diferencia entre ellos es la batalla, una característica en la que sale vencedor el alemán puesto que sus 2.770 mm de distancia entre ejes prometen un habitáculo mayor que los 2.650 mm del chino.
El diseño del vehículo, muy a la europea presenta una imagen retro y una silueta redondeada que buscan atraer al conductor joven y tecnológico. Bajo ella se sitúa un motor eléctrico síncrono de imanes permanentes disponible en dos potencias: 105 kW (140 CV) y 210 Nm de par motor y 126 kW (169 CV) y un par motor 250 Nm. Por ahora, al Reino Unido solo llegará la versión más potente.
En cuanto a las baterías estarán disponibles dos opciones. La primera de 48 kWh y la segunda de 63 kWh. No hay información sobre la química de las celdas, aunque según las especificaciones de este coche en los mercados asiáticos, la versión de 48 kWh estaría forma por celdas de litio ferrosfato (LFP, sin cobalto) mientras que la de 63 kWh dispondría de celdas de iones de litio con cátodos NMC (níquel, manganeso, cobalto).
Según las prestaciones anunciadas en el mercado tailandés, en el primer caso la autonomía en el antiguo ciclo de homologación europeo es de 400 kilómetros, mientras que el segundo alcanzaría los 500 kilómetros. En el Reino Unido, el paquete de baterías de 63 kWh ofrecerá un rango WLTP de alrededor de 420 kilómetros. La carga rápida en corriente continua admite una potencia máxima de 80 kW, lo que se traduce en que se recupera el 80% de la capacidad de la batería en 50 minutos.
En su interior, el equipamiento del Ora Cat busca atraer al conductor joven y tecnológico.
Cuenta en su interior con la más alta tecnología que delatan sus dos pantallas principales, ambas de 10,25 pulgadas y que sirven como panel de instrumentos y como sistema de información y entretenimiento. Entre otros equipamientos incluye un sistema mejorado de cámaras para obtener una vista de 360 grados alrededor de coche o el reconocimiento facial que además de abrir y arrancar el coche también sirve para saber si el conductor está distraído. Great Wall afirma que este será el primer automóvil que incluirá un conjunto de sensores avanzados que aumentan los niveles de asistencia a la conducción. Otra función que incorpora es un sistema de almacenamiento automatizado que memoriza los últimos 50 metros de la ruta para repetirlos marcha atrás, en el caso de estacionamientos complicados. Una función que ya incluyó BMW en algunos de sus modelos.