Italia es mundialmente reconocida por sus superdeportivos pasionales lanzados por Ferrari, Lamborghini o Maserati, entre otras. Sin embargo, en tierras italianas también nació una de las compañías automovilísticas más exclusivas del mundo y en la que el automóvil es directamente considerado como un artículo de arte. Dicha compañía es Pagani, la cual, después de realizar durante los últimos cuatro años un estudio de viabilidad sobre los vehículos eléctricos, este proyecto ha sido descartado por completo, al menos por ahora.
Ha sido el propio CEO y fundador de la compañía, Horacio Pagani, quien ha confirmado en unas recientes declaraciones al medio Autocar su enfoque sobre este sector en auge. El directivo se ha mostrado muy contrariado a los modelos eléctricos actuales pues piensa que son demasiado pesados, que carecen de emoción en su conducción y que la mayor parte de la energía de la que suministran sus motores no se produce de forma sostenible, algo que elimina de inmediato la consideración de "vehículos sostenibles".
Adicionalmente, Horacio piensa que en su caso particular donde tan solo se venden un pequeño número de unidades al año, esto no repercute prácticamente en el daño a la sostenibilidad del medio ambiente, pues su repercusión es nimia. Más aún cuando sus propietarios, por lo general, son coleccionistas que tan solo realizan unos pocos kilómetros al año a sus deportivos.
En el año 2018 la empresa creó un equipo de especialistas que se dedicarían a trabajar sobre el posible lanzamiento de un superdeportivo eléctrico, centrándose en una posible homologación global del modelo (particularmente para el mercado estadounidense); sin embargo, "en cuatro años, nunca encontramos interés en el mercado de superdeportivos para un modelo eléctrico", aseguró el fundador.
Horacio Pagani se mostró muy contrario a los coches eléctricos en general, aunque durante su entrevista aseguró que él mismo posee un Tesla y confiesa que "no es necesario tener un rendimiento tan alto en los coches eléctricos. Es excesivo". El fundador afirma que su visión de un vehículo eléctrico es que no solo ofrezca un buen rendimiento, sino que promueva la emoción de conducir a sus ocupantes, algo que, por el momento, cree que está lejos de alcanzarse.
Durante los cuatro años de estudio realizado por la marca, llegaron a la conclusión de que para alcanzar el rendimiento y las especificaciones esperadas, deberían alojar una batería de 600 kilos de peso, algo que supone la mitad del peso total de un Pagani Huayra R (1.070 kilos). "Lo ideal sería hacer un coche liviano, de alrededor de 1.300 kilos, pero esto es algo imposible actualmente". De hecho, su mayor socio es Mercedes-Benz quien suministra el motor V12 que instala en sus exclusivos superdeportivos, por lo que podría tener acceso a la tecnología eléctrica con la que ya cuenta la firma alemana.
Con estas declaraciones, Pagani no cierra la puerta a la posibilidad de lanzar un superdeportivo eléctrico en los próximos años, pero la primera condición que debería darse es que el peso final del modelo sea escaso. Uno de los dogmas que posee la firma es que sus coches deben ser fáciles de conducir en el día a día y, aún así, ser unas "máquinas de locura" en circuito; en definitiva, "que no sean estresantes para sus conductores", algo que cree que solo está al alcance de las mecánicas tradicionales. Actualmente la compañía fabrica en torno a un coche a la semana y el tiempo de entrega de un modelo ronda los tres años.