Como ya habrás leído estos días, la Unión Europea ha propuesto que en el año 2035 se dé por concluida la producción de motores de combustión. En apenas 14 años todos los países miembros deberían dar un giro radical a su parque automovilístico. En la actualidad algunos países presentan claros avances, mientras que otros están muy rezagados y con pocos visos de llegar a cumplir con los objetivos fijados en la hoja verde de la zona euro.
En un estudio realizado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), quedan patentes las distintas evoluciones de la tecnología electrificada. Tanto en ventas como en el desarrollo de una red de recarga, apenas un puñado de mercados acumulan la casi totalidad de ventas y puntos de carga. Un problema que está claramente relacionado con la renta per cápita de cada territorio.
En lo que se refiere a la venta de vehículos eléctricos, el 73 % de las ventas se realizan en cuatro países, que por orden descendente son: Suecia, Países Bajos, Finlandia y Dinamarca. Curiosamente estos cuatro países son los que presentan la mejor renta per cápita de la Eurozona. En el otro lado de la balanza encontramos los países con un menor porcentaje de vehículos eléctricos: Chipre, Lituania, Estonia y Croacia.
En cuanto a España, los datos nos sitúan en la zona donde se venden menos vehículos eléctricos. Según datos recogidos por ANFAC en relación a las ventas mensuales, en España los vehículos eléctricos apenas representan el 2,6 % del mercado total, aunque hay que reconocer que mes a mes esos datos se mejoran. Sin embargo, también hay que reconocer que de ese 2,6 % de cuota de ventas, menos del 1 % representa a particulares. Nuestro país cerró el 2020 con un PIB per cápita de 23.690 euros. Eso son 22.011 euros de diferencia con respecto a Suecia, el país con mayor cuota de mercado de coches eléctricos.
Al problema de las bajas ventas de coches eléctricos hay que sumar el problema derivado de la red de recarga. Una vez más la ACEA recoge claras diferencias entre los países de la Unión Europea. El 70 % de todas las estaciones de carga registradas en la UE se encuentran en tres países: Países Bajos, Francia y Alemania. El 30 % restante de los cargadores se encuentran dispersos en el resto de naciones, que representan el 77 % de la población total de la Unión Europea.
La cuota de coches eléctricos está relacionada estrechamente con el PIB per cápita.
Las desigualdades son claras, y son importantes para atajar el problema de las emisiones del continente. Pero no vayamos a pensar que la escala es equilibrada, porque no es así. Entre el tercer país, Alemania, con un 19,9 % del total de la red de recarga, y el cuarto país, Italia, la diferencia es abismal, pues los transalpinos tan solo ofrecen el 5,8 % del total de la red de carga de la Unión Europea.
España se coloca entre los 10 países con mayor red de recarga, con un 3,3 % del total de puntos instalados en toda la zona Euro. Sin embargo, representamos el 12,5 % de la población, y por lo tanto queda patente que hay un claro retraso en lo que se refiere a la implementación de un mapa de carga realmente viable.
Corregir estos datos será esencial de cara a los próximos años. Tanto el Gobierno central como la Unión Europea tienen ambiciosos programas para convertir nuestro viejo continente en una de las zonas más limpias del mundo. Según los datos de la Comisión, una reducción de las emisiones del 50 % en 2030 requerirá la instalación de más de seis millones de tomas de carga por todo el territorio. Eso quiere decir que en menos de una década hay que multiplicar por 27 los puntos actuales. Ambicioso cuanto menos.