Solo los vehículos libres de emisiones podrán matricularse en Países Bajos a partir de 2030. Un grupo de expertos ha elaborado una propuesta a partir de informes medioambientales para aumentar la cantidad de vehículos no contaminantes que circulen por las carreteras neerlandesas a partir de la próxima década. A falta de su aprobación, el plan desarrollado por uno de los cinco think tanks del país que busca revertir el cambio climático cuenta con el apoyo punto por punto del Gobierno.
La iniciativa incluye introducir ayudas estatales para financiar la compra de coches eléctricos, que podrían ser de 6.000 euros por unidad a partir de 2021. El subsidio se reduciría progresivamente hasta llegar a 2.200 euros en 2030. Además, se eliminaría el I.V.A. de los eléctricos y se reduciría la cantidad de impuestos que se aplica a los vehículos de combustible.
Los vehículos eléctricos de uso público también tendrán otros beneficios fiscales. La propuesta incluye un incentivo de 2.030 euros por vehículo a partir de 2021 para pasar a 1.830 euros en 2024. Con esto no solo se pretende fomentar el uso de servicios de carsharing, sino que también es una apuesta para convertir la compra en propiedad de vehículos en una oferta menos atractiva y fomentar la apuesta por la movilidad compartida. Los impuestos para gasolina y diésel aumentarían en un céntimo por litro en 2020, que se convertirían en dos céntimos a partir de 2023.
La propuesta aún no ha sido aprobada ya que sigue sometida a discusión en la Cámara de los Representantes de Países Bajos. De aprobarse, se sumaría a la lista de iniciativas europeas más ambiciosas para implementar el proceso de descarbonización. Otros países como Noruega, donde se ha puesto 2025 como la fecha de caducidad del combustible diésel, o Portugal, en el que el conjunto de vehículos de cero emisiones representa un 5,5% del parque automovilístico del país gracias en parte al plan de incentivos a los vehículos eléctricos impulsado por el Gobierno luso.