Dicen que cuando el río suena, agua lleva. China está metiendo presión a los fabricantes generalistas europeos. La rápida evolución de su industria ha cogido por sorpresa a muchas marcas que ven ahora atacado su reinado ante la inminente llegada de coches eléctricos baratos y pequeños. La capacidad de respuesta de las marcas es limitada, incapaces de igualar el ritmo de desarrollo y producción de los asiáticos. Con el objetivo de minimizar las ventas, Renault y Volkswagen confirman unas negociaciones que podrían transformar el mercado del Viejo Continente.
Hace ya unas semanas que el rumor lleva extendiéndose por los confines del espacio europeo. Durante décadas, las marcas han peleado entre sí para conquistar segmentos y arrebatar ventas a los rivales. Sin embargo, ahora una nueva corriente de pensamiento está empezando a circular por los despachos de las principales marcas, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. El enemigo es China, marcas como MG, BYD, XPeng o NIO prometen asaltar los segmentos más clásicos con una oleada de productos que suplirán las necesidades de muchos conductores. Actualmente, no hay ningún fabricante en Europa capaz de producir coches baratos y rentables.
Una alianza continental que tratará de hacer frente al enorme poder chino
Los enemigos clásicos empiezan ahora a mirarse con buenos ojos y a tenderse la mano con el objetivo de igualar la contienda. Luca de Meo, presidente de Renault, ha confirmado a Automotive News Europe que está en “buenas conversaciones” con sus homólogos de Volkswagen con el único fin de desarrollar coches eléctricos pequeños y baratos que consigan no sólo democratizar la movilidad sostenible, sino también reducir el impacto de los cada vez más habituales lanzamientos chinos en la región. Se trataría de una joint-venture tan compleja como única. Algo que nadie habría podido imaginar hace apenas cinco años.
El propio De Meo ha ido un paso más allá y ha abierto los brazos a todo aquel que quiera unir fuerzas. Durante semanas se ha especulado con la incorporación del Grupo Stellantis. Las 14 marcas dirigidas por Carlos Tavares constituirían una integración importantísima, aunque De Meo asegura que Renault llevaría la voz cantante, "estoy abierto a cualquiera que quiera participar. Tengo capacidad de producción, tengo la plataforma y sé cómo hacerlo". Los franceses han sido los primeros en dar el paso con lanzamientos tan importantes como el Renault 5, además de adelantar la llegada de nuevos y atractivos coches baratos como el relanzamiento del Renault Twingo.
Franceses y alemanes podrían compartir esa plataforma para crear coches capaces de rivalizar con el BYD Dolphin Mini y cualquier otro que se atreva a poner sus cuatro ruedas en Europa. Renault ha asegurado que seguirá adelante con su idea haya o no haya socios.
Por el momento, Volkswagen parece estar interesada en la propuesta. Su agenda va retrasada y, si bien están desarrollando unidades baratas, todavía no está muy claro cuándo y cómo llegarán al mercado. Stellantis también podría sumarse, aunque su reciente compra en Leapmotor puede restarle interés. El conglomerado tiene los derechos de venta de la marca china en Europa y ya plantean la llegada de modelos pequeños y baratos a la región.