Global Battery Alliance (GBA) se ha puesto como objetivo para 2022 la culminación de su proyecto de "Pasaporte para baterías" éticas y sostenibles. A cada una de las baterías que se incluyan en un coche eléctrico se le otorgará una etiqueta que la definirá con base a criterios éticos, ecológicos y sociales controlados y certificados en toda su cadena de valor, desde la extracción de las materias primas hasta su montaje final.
GBA es una plataforma de colaboración público-privada fundada en 2017 formada por 70 organizaciones públicas y privadas. A ella pertenecen el gigante minero Glencore, el especialista en metales y reciclaje Umicore, el fabricante de celdas de baterías SK Innovation, el productor francés de baterías Saft, fabricantes de automóviles como Volkswagen, BMW o Renault, organizaciones internacionales como IEA, Unicef, OCDE o el Banco Mundial y ONG como Transport & Environment (T&E). No debe confundirse con la European Battery Alliance, también llamada el Airbus de las baterías, cuyo objetivo es empujar la producción de baterías para coches eléctricos en Europa, limitando la actual dependencia de los fabricantes asiáticos.
Esta alianza acordó una "visión" y 10 principios rectores con el objetivo de establecer una cadena de valor global para la producción de baterías éticas y sostenibles para 2030. El establecimiento de esta cadena circular y responsable es uno de los principales impulsores para alcanzar el objetivo del Acuerdo la COP21 de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C en los sectores de transporte y energía con respecto a los niveles preindustriales.
El pasaporte de la batería la definirá con base a criterios éticos, ecológicos y sociales.
Uno de los primeros objetivos es el establecimiento de un "pasaporte" que permitirá al usuario final de un coche eléctrico recibir toda la información útil sobre las diferentes etapas por las que ha pasado su batería. La intención es ofrecer al comprador una información completa sobre el "rendimiento de la batería" en términos éticos y sostenibles de manera que pueda formar parte de su decisión de compra.
El objetivo es, por ejemplo, certificar que en las minas de las que se extrajeron las materias primas que forman sus componentes no se utilizó el trabajo infantil, y que en toda la cadena de fabricación se respetaron los derechos de los trabajadores y se cumplieron las leyes relativas a su seguridad y salud. También podrá acceder a datos sobre el consumo de agua y energía empleada en su producción y el CO2 total que se ha emitido a lo largo de la cadena de producción.
Con este "Pasaporte", los miembros de la AGB pretenden contrarrestar las críticas que circulan sobre el impacto ambiental, climático y social de la producción de las baterías que, a menudo, son falsas, erróneas o exageradas. Los datos relacionados con estos impactos se comunicarán de manera uniforme y transparente para todas las baterías, independientemente de los actores e intermediarios que intervinieron en el proceso de fabricación. Para obtener una información fiable se utilizarán técnicas de blockchain que garantizarán su credibilidad.
El prototipo de este "Pasaporte" estará desarrollado antes de que finalice este año, aunque probablemente su implementación final se demorará tres años más.