Comprar un coche deportivo o muy potente siempre tiene un fuerte componente irracional y sentimental, normalmente más poderoso que el sentido práctico. Los Mercedes-AMG entran en ese grupo: aunque algunos de ellos son berlinas, SUV e incluso familiares, la parte irracional sigue estando muy presente. Y en ese contexto, los clientes no parecen estar contentos con la decisión de Mercedes de utilizar motores de gasolina más pequeños en los AMG híbridos más modernos.
Con el Mercedes-AMG C63 S E Performance, la marca alemana abandonó el motor V8 biturbo que montaba la generación anterior y, en su lugar, puso un sistema híbrido enchufable cuyo motor principal es un bloque de gasolina, con cuatro cilindros y 2.0 litros de cilindrada (la mitad que el V8, que cubicaba 4.0 litros). Con sus 680 caballos, es claramente más rápido que el modelo anterior, pero no parece que los clientes lo hayan acogido con agrado. Les falta algo.
El actual Clase E también ha abandonado el V8 en su generación actual: el nuevo E63 utilizará un seis cilindros en línea, también híbrido enchufable, en lugar del V8 biturbo que llevaba bajo el capó la generación anterior.
Según Georg Kacher, de Car and Driver, Mercedes volverá a utilizar el motor V8 biturbo de 4.0 litros (M177) en las versiones AMG del Clase C y del Clase E. El veterano periodista, que en el pasado ha adelantado acertadamente otras informaciones, cita como fuente a un par de ingenerios senior "directamente involucrados" en la materia.
Según esta información, la marca alemana volverá a utilizar este motor en el año 2026, previsiblemente con el restyling de ambos modelos, que fueron presentados al público el año pasado. Los actuales Clase C y Clase E necesitan "cambios menores" a nivel técnico para poder alojar el motor V8, que también irá compañado de un sistema híbrido enchufable. En ningún caso parece ser viable la utilización únicamente del motor de gasolina. Este, en cualquier caso, necesitará algunas mejoras para cumplir con la normativa de emisiones Euro 7, notablemente más estricta que la actual.
Aunque, de momento, se desconocen los detalles técnicos y prestacionales, es probable que los Clase C y Clase E utilicen un sistema de propulsión similar al que utilizan los AMG E-Performance más potentes de la gama actual, el Mercedes-AMG S63 de 802 CV y el GT63 S de 843 CV. Este último es el Mercedes de producción en serie más potente a la venta actualmente (teniendo en cuenta que el Mercedes-AMG ONE tiene una producción limitada).
Los dos buques insignia mencionados utilizan un sistema híbrido enchufable compuesto por un motor V8 de 4.0 litros como propulsor principal, que entrega 639 CV de potencia; un motor eléctrico en el eje trasero con 204 CV y una potentísima batería AMG High Performance con tecnología derivada directamente de la Fórmula 1. En total, el coche tiene 843 CV de potencia máxima y unos impresionantes 1.470 Nm de par motor.
El futuro C63 S E Performance y el E73 S E Performance (denominación, esta última, pendiente de confirmar) utilizarían esa misma base, pero conveniente adaptada para ofrecer diferentes niveles de potencia, escalados conforme a su posición en la gama de la marca. En cualquier caso, el C63 seguirá teniendo en su punto de mira el BMW M3, mientras que el E63/73 hará lo propio con el futuro BMW M5 híbrido enchufable, que utilizará el mismo sistema híbrido enchufable con motor V8 que monta el colosal BMW XM.
Si se cumplen los plazos previstos, con el lanzamiento en 2026, las versiones AMG con motor V8 podrían permanecer en producción hasta bien entrada la próxima década. Una circunstancia cuando menos curiosa, teniendo en cuenta que Mercedes-Benz se comprometió a ser una marca totalmente eléctrica para el año 2030 en los mercados donde las condiciones "lo permitan".