Piratear un Tesla y acceder a lo más profundo de su software es una tarea harto difícil, tanto que la compañía organiza competiciones para probar la dificultad de vulnerar la seguridad de sus coches a nivel informática. Sin embargo, otros aspectos son más sencillos de piratear y Tesla ha comenzado ahora a luchar contra algunos de los propietarios que han decidido saltarse algunos pasos para tener la función 'Acceleration Boost' del Tesla Model 3.
Suele decirse que 'hecha la ley, hecha la trampa', un dicho que aplica desde antiguo hasta los tiempos modernos. Desde sus inicios, una de las características de los coches eléctricos de Tesla ha sido el desbloqueo de funciones mediante actualizaciones de software: desde novedades en el sistema de infoentretenimiento, hasta mejoras en la autonomía o aumentos de potencia. Todo eso simplemente mediante una actualización remota de software.
Una de las últimas opciones que ofrece la compañía de Elon Musk se trata de la función 'Acceleration Boost', que proporciona un aumento de potencia para reducir el tiempo de aceleración. Esta funcionalidad desbloquea alrededor de 50 caballos de potencia extra, pero no sale barato: cuesta cerca de 2.000 euros. Y claro, esa tarifa tan abultado ha provocado la aparición de un mercado de desarrolladores externos que ofrecen lo mismo a un precio más asequible.
En el caso de Ingenext, una compañía californiana que vende el aumento de potencia del Model 3 a casi la mitad que el precio de origen: 1433 dólares, que son unos 1200 euros al cambio, en el que también se incluye un modo 'Drift' para hacer derrapadas. Pero a Tesla no le ha gustado que terceras partes se entrometan en una de las ramas de su negocio (la venta de software) y ha optado por poner a prueba la paciencia de los propietarios de sus coches.
Según han comentado en Reddit algunos propietarios que compraron el dispositivo de Ingenext, después de activar la función recibieron una notificación en la pantalla del coche que alerta de una «modificación incompatible del vehículo» que podría resultar en un «riesgo potencial de sufrir daños» o apagarse repentinamente. Aunque el coche sigue funcionando con normalidad, la notificación aparece permanentemente en la pantalla.
El fundador de Ingenext ha declarado a Electrek que su empresa ya trabaja en una actualización para solventar este problema y que sus clientes puedan disfrutar del aumento de potencia sin este problema. No sabemos si Tesla tendrá un segunda réplica, pero lo que parece claro es que Elon Musk y compañía no están dispuestos a dejar en manos de terceros exprimir las posibilidades que ofrece su hardware a través del software.