Vivimos en plena era digital. Una era dominada por las pantallas y el uso táctil. Los móviles han transformado nuestro mundo hasta resultar imprescindibles para nuestro día a día. La tecnología siempre debe servir como ayuda o apoyo al usuario, nunca como un problema o una distracción. Los coches más modernos integran grandes pantallas que si bien lucen espectaculares a la vista, no resultan ser tan prácticas y seguras como todo el mundo dice. En Hyundai creen que no hay que perder de vista el factor de uso y consideran que las pantallas táctiles pueden ser “molestas”. Tal es así que para ellos el futuro se volverá analógico.
La transición digital en los coches ha ido creciendo poco a poco a lo largo de los últimos años. Desde pequeños paneles LCD hasta enormes pantallas de alta resolución. Hoy algunos vehículos incorporan paneles más grandes de los que podemos tener en nuestra casa. A través de ellos, de forma táctil, se recogen todas o casi todas las funciones del coche. Es necesario operar en ellas para alterar cada mínimo parámetro del coche. Los estudios demuestran que el uso táctil provoca distracciones al volante, lo que incrementa considerablemente las probabilidades de tener un accidente de tráfico. Euro NCAP ya plantea una medida para evitar que los coches se vuelvan exclusivamente táctiles.
Más botones y menos pantallas que frustran a los usuarios
Como ya hemos dicho, la tecnología es un gran soporte para nuestra vida. Nos la hace más fácil y accesible, pero a la hora de hablar de coches es vital tener en cuenta la seguridad y la ergonomía. En Estados Unidos, grupos de análisis y estudio han demostrado que a los clientes les resulta molesto el uso exclusivo de pantallas y controles digitales. Tras analizar los datos, Ha Hak-soo, vicepresidente del centro de diseño de Hyundai en Estados Unidos ha comentado: "A medida que agregamos pantallas integradas en nuestros vehículos, también intentamos poner controles táctiles, y a la gente no le gustó eso".
Hyundai retomará un sistema que nunca ha abandonado, los botones físicos. Mandos analógicos que permiten gestionar de forma rápida, sencilla e intuitiva cualquier función del vehículo. Ya sea a través de un botón al uso o mediante mandos giratorios como los de la climatización. El propio Ha ha añadido: “cuando hicimos pruebas con nuestro grupo de enfoque, nos dimos cuenta de que las personas se estresan, se enojan y se enfadan cuando quieren controlar algo en un momento dado pero no pueden hacerlo”. La tecnología es buena y ayuda, pero cuando no funciona frustra y puede ser peligrosa cuando nos ponemos tras el volante.
Los coreanos no son los únicos que se están planteando el regreso a lo analógico y físico. Un ejemplo claro es el del Xiaomi SU7. El primer coche eléctrico de la compañía china integra una gran pantalla central con la cual se operan todos los sistemas. Sin embargo, de forma opcional eso sí, es posible integran un módulo magnético en la parte inferior que permite el control analógico de muchas de las funciones principales. 10 botones y una rueda que permiten alterar rápidamente parámetros fundamentales y comunes como la temperatura, el volumen de la radio y mucho más. Otras compañías siguen apostando por lo digital a través de pantallas evolucionadas y mandos fónicos que responden al uso de la voz.