Porsche tendrá que pagar una indemnización a Volkswagen Commercial Vehicles, la división de furgonetas y camiones del Grupo Volkswagen, tras dar un paso atrás y desvincularse del Proyecto Artemis del que Audi está siendo la principal responsable, y que tiene como fin desarrollar coches eléctricos de alta gama con la tecnología de conducción autónoma como principal atributo.
Tal y como ya sabíamos, estaba previsto que fuera la división de vehículos comerciales del Grupo Volkswagen la encargada de producir en serie los coches eléctricos fruto del Proyecto Artemis tanto para la propia Audi como para Porsche y Bentley.
Ahora, en base a la información que ha dado de manera exclusiva el diario alemán Automobilwoche, Porsche no seguirá implicada en el Proyecto Artemis por dos principales motivos, y ambos se corresponden con la intención del fabricante de Stuttgart de mantener la identidad de sus productos.
El Audi A9 e-tron será el modelo que llegue a las calles por parte de Audi atendiendo al Proyecto Artemis.
De momento Porsche no está interesada en hacer que sus coches dispongan de tecnología de conducción autónoma, que era la principal premisa bajo la que Audi estaba llevando a cabo el Proyecto Artemis. La firma de Stuttgart no cree que esta sea una tecnología que pueda satisfacer a la mayor parte de sus clientes, y lo justifica alegando que su clientela se decanta principalmente por sus modelos a causa de las prestaciones y el comportamiento deportivo que es típico en Porsche.
Esta característica se contrapone de raíz conforme a los principios de la conducción autónoma, y por ello no encaja en la filosofía de Porsche como fabricante, como sí puede suceder con otros fabricantes de coches de lujo como Bentley, que sí sigue implicada en el proyecto.
Otro aspecto acerca del Proyecto Artemis con el que Porsche también ha discrepado desde un principio es que este futuro modelo estaba planteado desde su concepción como el buque insignia de Porsche, y por este mismo motivo la marca quería llevar a cabo la producción del mismo en alguna de las fábricas propias de las que Porsche dispone.
Dado que la división de vehículos comerciales del Grupo Volkswagen ha visto alterado su porvenir en cuanto a producción y planificación de sus líneas de producción, según ha informado Automobilwoche, Porsche tendrá que indemnizar con 100 millones de euros a Volkswagen Commercial Vehicles. La división había llegado, incluso, a contar en su planificación financiera con el producto de Porsche, lo que ha afectado entre otras cosas a su plan de empleo, planificado hasta 2029.
El Porsche Taycan GTS Sport Turismo ha sido el último coche eléctrico presentado por Porsche.
Ante esta tesitura, Porsche tendrá que replantear la concepción de sus próximos coches eléctricos por la parte alta de su gama. Lo más probable es que el fabricante alemán asiente este buque insignia sobre la plataforma PPE que está desarrollando ella misma para que explote comercialmente todo el Grupo Volkswagen, y sobre la que se articularán tanto la próxima generación del Panamera como un SUV eléctrico del tamaño del Porsche Macan, que será el primero en llegar.
El modelo fruto de toda la controversia se conoce de momento de manera interna como K1, y está previsto que llegue a las calles en el año 2026.