Aunque por su nombre todos podemos imaginar cuál es su propósito, la verdad es que estamos ante uno de los proyectos más secretos de Tesla. El sueño de Elon Musk siempre ha sido ofrecer la verdadera conducción autónoma. El magnate ha apostado por la tecnología, priorizando su lanzamiento por encima del de otros vehículos eléctricos de masas. El Tesla Robotaxi está llamado a ser la gran revelación del año para los de Austin. Ahora, tras haberse anulado su primera fecha de presentación vuelve a escena. Hay nueva fecha, el 10 de octubre.
Ayer tuvo lugar la rueda de prensa sobre el último informe trimestral de la compañía. El balance ha sido positivo, o al menos no tan negativo como se esperaba. La lectura de los datos es compleja, Si bien la compañía ha incrementado sus ganancias un 2%, las ventas de vehículos han sufrido un retroceso del 7%. A pesar de haber vendido menos coches, Tesla ha ganado más, ¿por qué? Por los ingresos relativos a créditos regulatorios. La compañía vende emisiones de CO2 a otros fabricantes que no pueden cumplir con las exigencias. Es más barato comprar emisiones a Tesla que pagar las correspondientes sanciones.
La gran promesa de Musk podría cumplirse tras años de retrasos
Durante dicha presentación hubo tiempo para no sólo analizar las cifras de la compañía, Elon Musk también aprovechó la ocasión para dar algunas noticias complementarias importantes como la nueva fecha de presentación del Robotaxi. El esperado vehículo autónomo ha sufrido varios retrasos a lo largo de su etapa de desarrollo. Cuando todo parecía estar listo para su gran revelación, el 8 de agosto, hace escasos días pudimos saber que Tesla cancelaba el evento por un capricho de última hora del propio Musk. Sabedor de que Tesla se juega mucho en ello quiso aplicar cambios en el vehículo.
El propio Musk reconoció que el retraso era culpa suya al haber pedido a su equipo de diseño cambios en la parte delantera del Robotaxi. No sabemos qué cambios ha sufrido el supuesto vehículo autónomo ya que, como decimos, el secretismo del proyecto es total. Apenas se filtra información al exterior. Si bien el cambio de diseño ha afectado a la fecha de lanzamiento, los ingenieros de Tesla aprovecharán los días extra para, según reconoce Musk, mostrar “algunas otras cosas” durante dicho evento. Seguimos sin saber qué “otras cosas” serán, y ahora tendremos que esperar hasta el próximo 10 de octubre para conocerlas.
Para Elon, la conducción autónoma es algo más que un sueño, parece una necesidad. El empresario sabe que la competencia ha reducido su margen de participación en el mercado. Una participación que con el paso de los años se irá diluyendo. Basar la estrategia de la compañía en la producción de vehículos supone correr ciertos riesgos, así que nada mejor que diversificar. La nueva estrategia es apostar por la tecnología de conducción autónoma para convertir a Tesla en un proveedor de sistemas. Adelantarse a la competencia con un desarrollo extremadamente avanzado puede apuntalar el rumbo de la compañía de cara a las próximas décadas.
Durante la ya mencionada rueda de prensa de resultados, Musk ha asegurado que le sorprendería mucho si Tesla no obtiene la “conducción autónoma sin supervisión” el año que viene. Palabras que ya hemos oído varias veces a lo largo de los últimos cursos. Año tras año, como si de una tradición fuese, Musk ha asegurado que Tesla obtendría en dicho curso la conducción autónoma total. Un nivel 5 de rendimiento que hoy por hoy ningún fabricante está en disposición de vender. La tecnología puede hacer posibles los viajes autónomos, el problema está en la coexistencia con vehículos no autónomos y las posibles regulaciones a las que se enfrenten las marcas. Veremos si el año que viene sí Tesla consigue lo que tanto tiempo lleva anunciando.