El segundo coche eléctrico de la nueva Fisker acaba de ser fotografiado en las calles por primera vez, el Fisker Pear. Se trata de un modelo cuyo desarrollo está teniendo lugar bajo la premisa de de ser diseñado como un coche eléctrico cuya versión de acceso costará menos de 30.000 euros.
No obstante, el modelo cazado no es el de producción, sino de una unidad de pruebas encargada de sustentar el desarrollo del modelo final, y que como es habitual en estos casos, luce un espeso camuflaje. A pesar de la película que cubre la carrocería, se pueden contemplar e imaginar con claridad las futuras líneas del Fisker Pear.
El modelo avistado muestra un diseño con líneas, proporciones y soluciones que sorprenden por la madurez del mismo, ya que apenas fue anunciado hace unos pocos meses y no se esperaba que estuviera tan avanzado a estas alturas.
Por un lado sorprende cómo la marca ha trabajado los volúmenes, ya que aunque se percibe como un coche de tamaño comedido, se antoja musculoso gracias a un capó corto pero alto y voluminoso y unas llantas de gran tamaño. Esto no ha impedido a los diseñadores integrar una superficie acristalada muy significativa, un aspecto del que normalmente un coche de musculosa carrocería no puede presumir.
Todo a la vez que ha conseguido guardar rasgos estéticos en común con el Fisker Ocean. La línea de perfil que dibujan ambos modelos se antoja muy similar, así como el gesto de ambos pasos de rueda y la vertical zaga.
Al igual que el Fisker Ocean, este nuevo modelo no será fabricado por la propia Fisker. Actualmente el Ocean es fabricado por Magna Steyr en Austria, y para el nuevo Pear la marca ha confiado en Foxxcon, quien dará forma al SUV en Estados Unidos, que es precisamente donde ha sido fotografiada la unidad que acompaña estas líneas.
Está previsto que el Ocean llegue al mercado en torno a 2024, y que sirva a la marca para alcanzar un volumen de producción de 250.000 unidades al año. Para alcanzar esta cifra se ha de hacer a través de un precio competitivo, y Fisker lo sabe.
La marca ha prometido que la versión más accesible del modelo partirá por debajo de los 30.000 dólares americanos (unos 28.500 euros en base al cambio actual), mientras que la versión de mayor autonomía podrá llegar a ofrecer unos 500 kilómetros en base al ciclo EPA, que es mucho más estricto y realista que el WLTP europeo.