Corría el año 2010. Tesla descubrió al mundo que el coche eléctrico no era el sueño de unos pocos o una fantasía cinematográfica. El Model S hizo realidad lo que muchos ansiaban. Un coche eléctrico funcional y práctico capaz de hacer lo mismo que cualquier otro coche del mercado. Hoy los coches eléctricos son una realidad corriente, pero hace una década eran raros y extraños. Para sorpresa de muchos, Jaguar fue de las primeras en atreverse con el mercado eléctrico. Su primer, y hasta la fecha único, coche eléctrico se presentó en 2017, el Jaguar I-PACE. No ha tenido éxito, pero ha cumplido su servicio.
Los de Coventry llevan casi tres años encerrados en las oficinas. Directivos, ingenieros y demás trabajadores tienen en el 2025 un año muy complicado, puede que el más determinante en los casi 100 años de historia de la compañía. Tras cerrar el desarrollo de la gama actual, los ingleses lo han apostado todo a la movilidad eléctrica. Sólo el tiempo dirá si dicha apuesta es acertada o no. Los tiempos han cambiado. La realidad del coche eléctrico ya no está tan clara y Jaguar podría verse muy perjudicada por un cambio de tendencia a escala global.
Lecciones aprendidas para un futuro dominado por la electrificación
El objetivo de Jaguar es vender exclusivamente coches eléctricos, aunque en los últimos meses hemos visto maniobras contradictorias que apuntan en varias direcciones. Los ingleses han firmado un acuerdo con Chery para el suministro de plataformas EV y PHEV con las que Jaguar podrá diversificar su gama. Sin embargo, esos posibles coches nacidos a raíz de la colaboración pueden tardar demasiado tiempo en llegar a los concesionarios. A pesar de ello, los ingleses no levantan el pie del acelerador. Siguen adelante con su estrategia arriesgada y de un plumazo borrarán del mapa cinco de los seis coches que ahora atesoran. Sólo quedará con vida el Jaguar F-PACE, el único modelo actual que resulta rentable.
Eso quiere decir que toca despedirnos del primer eléctrico de Jaguar y de uno de los primeros SUV eléctricos del mercado en Europa. Todo un pionero en el segmento premium. El Jaguar I-PACE. A pesar de esa juventud eléctrica siempre ha destacado por diversas razones, desde un chasis bien ajustado a una autonomía real muy similar a la homologada. A lo largo de los años ha sufrido renovaciones que lo han mantenido actualizado a ojos de los clientes y de otros rivales del mercado. A pesar del encomiable esfuerzo de los ingenieros es imposible que un coche de 2017 pueda situarse a la altura de un modelo de 2024, ya sea por plataforma, capacidad de batería, potencia o eficiencia.
El I-PACE nos dirá adiós a finales de año sin dejar un sucesor a la vista. Sí, Jaguar tiene planeado lanzar varios modelos eléctricos, aunque poco o nada se sabe de ellos por el momento. La estrategia de la compañía pasa por lanzar modelos capaces de coquetear con el segmento del lujo. Eso, irremediablemente, supone elevar los precios de venta, lo que a su vez expone un claro alejamiento con los núcleos comerciales principales. Jaguar creará un SUV eléctrico, forma parte de su agenda, pero no sabemos ni cómo será ni qué cualidades tendrá. La inversión en electrificación ha sido considerable. En Coventry esperan gastar 17.400 millones de euros en su revolución.
A pesar de las buenas intenciones y los atrevidos lanzamientos, la jugada de Jaguar se antoja, como poco, peligrosa. El mercado eléctrico está cambiando de paso, la cuota de mercado parece haberse estancado y muchas compañías están echando el freno en sus estrategias de electrificación. Los conductores europeos demandan coches más baratos con los que puedan sustituir sus viejos vehículos. Los segmentos premium y de lujo tampoco disfrutan de una excelente salud comercial. Que se lo digan a Mercedes. Las compras eléctricas premium se basan, casi en su totalidad, en formatos de compra alternativos, renting o leasing, lo que implica que el cliente particular no opta, al menos no por ahora, por comprar un coche eléctrico de forma definitiva. En los próximos años veremos el resurgir de Jaguar, ya no habrá I-PACE, pero seguro que habrá un modelo que lo sustituya y que mejore lo que siempre ha sido bueno.